La
Comida Festiva
Uno de los preceptos del día de Purim es la
mitzvá de hacer una seudá (comida festiva), como nos
enseña la meguilá de Ester: "Escribió Mordejai estas
cosas, y envió libros a todos los judíos de los países
del rey Ajashverosh, los cercanos y los lejanos, para comprometerse
a hacer el día catorce del mes de Adar y el día 15 de ese
mes, cada año, lo mismo que hicieron los judíos en los días
en que descansaron de sus enemigos, y en el mes que se les transformó
a ellos la tristeza en alegría y el duelo en día festivo,
para hacerlos días de banquete y alegría…" (Ester
9:20-22).
La comida festiva de la fiesta
de Purim debe ser realizada durante el día, y si uno comió
esta comida durante la noche no ha cumplido con la obligación.
Sin embargo, en la noche del 14 de Adar después de la lectura de
la Meguilá, uno debe también regocijarse y comer una comida
un poco más importante que lo usual.
También la mujer está
obligada a comer una comida festiva en Purim.
Cuando Purim cae un viernes
es correcto comer esta comida el viernes por la mañana, en respeto
del shabat.
Si es posible, es correcto
estudiar un poco de Torá antes de comenzar la seudá. Esto
está aludido en la Meguilá, en el versículo que dice:
"los judíos tuvieron luz y alegría…" (Ester
8:16), así como explicaron Nuestros Sabios
diciendo que "luz" se refiere a la Torá.
Por cuanto que a través
del vino ocurrió todo el milagro de Purim, como es relatado en
la Meguilá, Nuestros Sabios dijeron que en Purim es necesario tomar
vino hasta no poder diferenciar "entre el maldito Hamán y el
bendito Mordejai". Los comentaristas ofrecieron varias explicaciones
para esta halajá y es por eso que en conclusión:
Es bueno que en la comida
de Purim se tome vino. Hay quienes opinan que esto debe ser hecho hasta
el punto de la embriaguez, pero otros sabios consideran que alcanza
con que se tome un poco más de lo que la persona suele tomar (aunque
más no sea, unas pocas gotas), y luego que trate de irse a dormir
un rato, y al estar dormido no podrá diferenciar entre el maldito
Hamán y el bendito Mordejai. Sin embargo, si él teme que hará
cosas prohibidas a causa de la bebida, no debe embriagarse.
Es costumbre comer vegetales
en Purim, en recuerdo del hecho de que Ester comió vegetales cuando
estaba en el palacio del rey, puesto que no estaba dispuesta a comer
comida no kasher, como el versículo dice: "Y él diferenció
entre ella y sus sirvientas para bien" (Ester
2:9).
Al final de la seudá
no hay que olvidarse de intercalar el "al hanisim" en el Birkat
Hamazón.