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Hashem
controla el mundo – Hashgajat Pratit
Muchas religiones
del mundo admiten y aceptan que Hashem creó el mundo, pero no reconocen
que Hashem controla el mundo cada momento.
No debemos pensar que únicamente Hashem nos creó y el mundo se
mantiene sólo, sino que Hashem lo controla cada momento y a cada uno
y uno de nosotros, a esto se le llama: “Hagshajat Pratit”
– “Supervisión particular por medio de Hashem”.
¿Qué
debemos enfatizar y enseñar a los alumnos?
Le preguntó un maestro (moré) al famoso Staipeler, Rab Yaakob
Kanievsky: ¿Cuál es el punto donde más se debe enfatizar
y enseñar a un niño en la escuela?
Le contestó Rab Yaakob Kanievsky: El concepto de Hagshajat Pratit”
– “Supervisión particular por medio de Hashem”.
Todo
lo controla Hashem, absolutamente todo
Dice el Baal Shem Tob: La persona debe creer que incluso una paja que se encuentra
en el piso, es porque Hashem así decretó. Inclusive, de qué
manera está esa paja en el suelo, si de un lado o del otro.
Cuentan que en una ocasión el Baal Shem Tob estaba hablando sobre este
tema que Hashem maneja el mundo en su totalidad, y mencionó que incluso
las plantas de los árboles, caen precisamente en el lugar, tiempo y forma
que Hashem quiere.
Los alumnos sorprendidos, le pidieron una prueba sobre eso. El Baal Shem Tob
los llevó al campo y les mostró cómo una planta iba cayendo
poco a poco y el aire la iba moviendo de un lugar a otro. Cuando cayó
al suelo, los alumnos no le encontraron ningún sentido, pero el Baal
Shem Tob les dijo: “Miren lo que hay debajo de esa planta”. Los
alumnos alzaron la planta y vieron que era el techo de una inocente hormiga
que tenía mucho calor y Hashem había hecho que le caiga esa planta
encima de la hormiga, para taparla de los rayos del sol.
Hashem
se le presenta a Moshé Rabenu manifestándole su finalidad de la
salida de Egipto
Sabemos la historia que Hashem se le presentó a Moshé Rabenu en
una zarza donde no se consumía. La lógica de la naturaleza indica
que una zarza debería ser consumida con fuego, pero Hashem hizo que no
pase así.
La pregunta es: ¿Por qué Hashem se le presentó en una zarza
a Moshé Rabenu? Aunque hay varias explicaciones sobre esta pregunta,
vamos a contestar algo relacionado al tema. Hashem le quiso mostrar a Moshé
Rabenu, que Hashem es quien controla la naturaleza del mundo. Incluso que lo
normal y la lógica marca que el fuego debe consumir una zarza, Hashem
quiso demostrarnos que Él es quien controla incluso la naturaleza.
Ese era el objetivo que le quiso enseñar Hashem a Moshé: La finalidad
no es sacar a los judíos de Egipto, sino mostrar quién controla
el mundo.
Hashem
nos sacó de Egipto para demostrar que gobierna en el mundo:
Uno de los motivos por los cuales Hashem nos sacó de Egipto fue, para
demostrarle al mundo, que Él gobierna y controla todo el mundo.
Rab Yaacov Kanievski, el Staipeler, nos dice que todas las señales y
maravillas que hizo Hashem en Egipto por medio de Moshé Rabenu fueron
para propagar que Hashem gobierna en su mundo y domina sobre todo; como esta
escrito: “Porque ahora mandé mi mano y golpee a ti y a tu pueblo…
para demostrarte mi fuerza y para que propagues mi nombre en toda la
tierra”. (1)
Y esa es
la razón por la gran cantidad de plagas y castigos que les mando, siendo
que con una sola plaga durante mucho tiempo podía someter al faraón.
• En la plaga que todas las aguas de Egipto se convirtieron en sangre,
vieron que Hashem gobierna sobre el agua, y de la misma forma
cuando se partió el mar rojo, en donde las aguas del mar se convirtieron
en muros.
• En la plaga de las ranas, vieron que Hashem gobierna sobre las
criaturas acuáticas, como esta escrito: “Expulsó
el río nilo ranas”.(2)
• En la plaga de los piojos, vieron que Hashem gobierna sobre
la tierra, siendo que el polvo de la tierra se convirtió en
piojos e hicieron daño únicamente a los egipcios y no a los judíos.
• En la plaga de las bestias salvajes, vieron que Hashem gobierna
sobre los animales terrestres. Que únicamente dañen los
animales a los egipcios y no a los Yehudim, es algo sorprendente.
• En la plaga de la peste, vieron que Hashem gobierna sobre la
vida de los animales, se decretó sobre el ganado egipcio que
murieran y murieron y del ganado del pueblo judío no murió ningún
animal.
• En la plaga de la lepra, vieron que Hashem gobierna sobre la
salud de la persona y las enfermedades, todo esta en las manos de Hashem,
decretó que los egipcios tuvieran lepra y tuvieron, pero en el pueblo
judío no hubo, ya que todo depende de los decretos de Hashem.
• En la plaga de granizo que estaba compuesto por tres elementos: lluvia,
granizo y fuego unidos, vieron que Hashem gobierna en la naturaleza
absolutamente, y es el que manda las nubes para descargar la lluvia
sobre la tierra y según su decreto se convierten en granizo; y vieron
que el fuego y el agua hicieron las paces para cumplir con la voluntad de Hashem,
como explico Rashí.
• En la plaga de las langostas, vieron que Hashem gobierna sobre
los animales voladores, siendo que todos hicieron la voluntad de Hashem
y sus decretos: Se decretó que vengan a destruir a Egipto y fueron a
cumplir la orden; y en Goshen –donde vivían los judíos,
ningún animal se atrevió a ir y todos guardaron los limites, ya
que esa fue la orden de Hashem. Vieron también que Hashem gobierna
sobre el viento, siendo que las langostas llegaron a Egipto gracias
a un viento oriental muy fuerte, y cuando rezo Moshé para que Hashem
les quite la plaga, se fueron por medio de un viento occidental.
• En la plaga de la oscuridad, vieron que Hashem es el que alumbra
al mundo, y según sus decretos las luminarias alumbran y según
su decreto no alumbran, y se vuelve de noche.
• En la plaga de la muerte de los primogénitos, vieron que Hashem
gobierna sobre la vida de la persona: los primogénitos egipcios
murieron todos en el mismo momento, al advertirles Moshé en nombre de
Hashem, y los primogénitos judíos siguieron viviendo.
Según
lo dicho anteriormente, podemos entender el por qué dentro del judaísmo
se recuerda tanto la salida de Egipto, así como vemos que hay una Mitzvá
especial de recordar la salida de Egipto todos los días en Kriat Shemá,
en la Mezuzá, en el Tefilin, en el Kidush de Shabat, en las festividades
y en muchas otras Mitzvot). Por el hecho que aprendemos de todos ellos, que
Hashem gobierna en su mundo y domina sobre todo. El cual es uno de los principios
del judaísmo.
Es por eso que el primer mandamiento es “Anoji Hashem Elokeja Asher Otzetija
Meeretz Miztraim” – “Yo soy D-os que los saqué de Egipto”.
La pregunta es: ¿Por qué no dice: Yo soy D-os que creé
el cielo y la tierra? Aparentemente, es más milagro el hecho que Hashem
creó el cielo y la tierra… pero la respuesta es: Hashem nos demostró
en la salida de Egipto que Él gobierna y controla el mundo en “Hagshajat
Pratit” – “Supervisión particular
Hashem
empobrece y enriquece a la persona: “Hashem Morish Umaashir
Está escrito en el profeta, que Hashem empobrece y enriquece a la persona:
“Hashem Morish Umaashir”.(3)
Vamos a contar una historia real que pasó hace varios años, que
demuestra cómo Hashem puede empobrecer y/o enriquecer a una persona en
cuestión de segundos.
Pasó
con un hombre Yehudí (muy alejado de la religión) muy rico en
el oriente, que era dueño de muchas fábricas, departamentos, coches,
etc., realmente un hombre muy rico.
En una ocasión, fue a la sinagoga y escuchó un discurso del Rabino
que decía: “Hashem Morish Umaashir” – “Hashem
empobrece y enriquece a la persona”. El Rabino explicaba que Hashem puede
hacer que una persona quede pobre en un segundo y también lo contrario,
puede enriquecer a la persona en un segundo.
Pensar que Hashem enriquece, tal vez se oye más fácil, por ejemplo
que alguien se gane un premio, una rifa, etc., pero pensar que alguien rico
se quede sin nada en poco tiempo, se oye mas complicado.
Este hombre rico se quedó sorprendido con las palabras del Rabino y se
enojó con su comentario que Hashem puede quitarle el dinero a alguien
en un abrir y cerrar de ojos. Este hombre entró en discusión con
el Rabino y negaba la posibilidad que Hashem podía lograr eso, ya que
un hombre con fábricas, dinero en efectivo, departamentos, etc., “es
imposible quedarse sin nada en poco tiempo”.
Después de discutir tanto tiempo, este hombre salió enojado de
la sinagoga, dirigiéndose a la iglesia a convertirse al cristianismo,
ya que no le gustó el comentario de ese Rabino.
Cuando llegó a la iglesia, pidió que lo conviertan al cristianismo,
pero al pensar que se trataba de un espía, le pidieron que les dé
algo a cambio para comprobar su sinceridad. Este hombre iba a donar mucho dinero
a la iglesia, pero no aceptaban, sino únicamente que done todo lo que
tenía en su propiedad. Este hombre para demostrar su lucha contra ese
Rabino, decidió donar todas sus propiedades a la iglesia, a cambio que
lo conviertan al cristianismo. En ese momento se firmaron los papeles necesarios
y dicho y hecho, le vertieron las aguas “benditas” y este hombre
se convirtió al cristianismo.
Pasaron algunas horas, y llegan los comisionados de la iglesia a casa de este
hombre a pedirle que se retire de su casa, ya que todos sus bienes, ya no le
correspondían, ya que lo había donado a la iglesia. Así
mismo sus coches, fábricas, casas, dineros, etc. Se quedó el hombre
en la calle sin un peso en su bolsa.
Este hombre se dio cuenta que “Hashem Morish” – “Hashem
empobrece a la persona” en un abrir y cerrar de ojos. Fue corriendo con
el Rabino pidiéndole disculpas y que se arrepentía de su error
tan grande que había cometido y que aceptaba las palabras que había
escuchado hace unas horas de ese mismo Rabino.
El Rabino se dio cuenta que era un perdón verdadero y le dijo a este
hombre: Si quieres que te perdone, deberás jurar que a cualquier lugar
que vayas, cuentes y relates esta historia que te ha pasado, para demostrar
cómo Hashem controla el mundo.
Este hombre juró desde lo más profundo de su corazón y
el Rabino le dijo: “Ahora voltea a ver esa iglesia”. La iglesia
se estaba incendiando, junto con los papeles que había firmado el hombre
que donaba todos sus bienes a la iglesia.
Ahora Hashem cumplió lo que dice: “Hashem Umaashir” –
“Hashem enriquece a la persona”. Se cumplió el versículo
en un abrir y cerrar de ojos: “Hashem Morish Umaashir” – “Hashem
empobrece y enriquece a la persona”.
Hashem controla la naturaleza:
Cuenta la
Guemará (4)), que Rabi Janiná Ben Dosá vio a su hija muy
triste el viernes en la tarde y le preguntó el motivo de su angustia.
Le contestó su hija que estaba triste, ya que puso por error vinagre
en el vaso para prender las velas de Shabat en vez de aceite y tenía
miedo que se le apaguen las velas de Shabat muy pronto.
Le dijo Rabi Janiná Ben Dosá: ¿Qué importa? Quien
le dijo al aceite que prenda el fuego, que le diga al vinagre que también
prenda fuego. Dicho y hecho, esa mecha que estuvo encima del vinagre, quedó
prendida por todo ese Shabat, hasta que trajeron aceite para hacer Habdalá
(acabando Shabat).
Vemos d esta Guemará, que Hashem gobierna incluso lo que vemos que la
naturaleza podría negar.
Hashem
gobierna para dejarnos enseñanzas en nuestras vidas:
Cuenta la Guemará (5) que Rab Huna tenía guardado mucho dinero
en vino, ya que era la manera de ahorrar, ya que el vino mientras más
tiempo dura, sube su valor. En una ocasión, pasó que a Rab Huna
se le avinagraron todos esos 400 barriles de vino que tenía.
Entró Rab Yehudá y algunos Jajamim a visitar a Rab Huna y le dijeron:
Investiga sobre tus actos. Es decir, revisa cuál fue el motivo que Hashem
hizo que se avinagren tus barriles.
Rab Huna les contestó: ¿Acaso sospechan que yo haya hecho algo
malo?
Le dijeron a Rab Huna: ¿Acaso sospechas que Hashem haya hecho algo sin
justicia?
Dijeron los Jajamim. Quien sepa algo sobre Rab Huna, que lo diga ahora.
Uno de los presentes dijo: “Escuchamos que Rab Huna no le paga bien a
uno de sus empleados.
Les dijo Rab Huna: ¿Acaso le tengo que pagar bien a ese empleado? ¡Es
un ratero y ladrón. ¡Todo lo que gano, él se lo roba!
Le dijeron a Rab Huna: Es lo que dice la gente, ¡que un ladrón,
puede robarle a otro ladrón!
Rab Huna reconoció su error y prometió pagarle a su empleado lo
que le debía.
Dice la Guemará, que en ese momento se convirtió su vinagre en
vino y hay otra opinión, que dice que el vinagre subió mucho de
precio y lo vendió al valor del vino.
Vemos de esta Guemará, que Hashem controla el mundo para perfeccionarnos.
El
mismo que decidió que el fuego queme, puede decir que el fuego no queme.
Abraham Abinu, siendo aún un niño, el Rey Nimrod quiso matarlo
debido a su fe, y entonces Abraham se ocultó durante trece años
sin siquiera ver la luz del Sol. Después de este período el Rey
Nimrod lo encarceló por el término de diez años y luego
decidió colocarlo ante un horno de fuego y le dio la opción de
aceptar la idolatría o, de lo contrario, lo arrojaría al horno.
Obviamente Abraham se mantuvo en su fe, fue arrojado al horno hirviendo, pero
El Eterno lo rescató milagrosamente. Y sobre esto está dicho:
"Yo soy El Eterno que te saqué de Ur Kasdim".(6)
(1)
Shemot 9, 15 – 16
(2) Shemot 8, 25.
(3) Shmuel 1, 2, 7.
(4) Masejet Taanit 25a.
(5) Masejet Berajot 5b.
(6) Bereshit 15, 7.
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