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¿Que es la Tefilá? ¿La expresión de mis sentimientos hacia D-s? ¿Por que entonces tiene horarios y
textos fijos?
¡Tendría que ser completamente
espontanea! ¡Cuando yo lo necesite y con mis
propias palabras!
¿D-s necesita de mi plegaria?
En realidad la tefila es hacia D-s pero es para mi. Yo me
dirijo a D-s, pero la Tefila me va ayudando a mi.
¿Como funciona?
Para entender la esencia de la Tefilá debemos saber que para el judaísmo la fe no
es un sentimiento espontáneo, ni tampoco una cuestión de creer o no creer. La
fe es la fuerza, la disciplina y el camino para descubrir a D-s. Un arte que
cada uno debe desarrollar según su potencial espiritual.
El judaísmo no cree en los
sentimientos a primera vista. Un sentimiento no nace, se hace. Cuando decimos
que alguien se enamora a primera vista, en realidad como puede tener un
sentimiento profundo y sincero, si no la conoce, a lo sumo lo que le gusta es
su cara, su cuerpo. Eso no es amor...
Pero volviendo al tema, ¿como se
me puede obligar un sentimiento?, y ¿si en ese momento no tiene el sentimiento?
Como dijimos un sentimiento se
hace, diariamente. Para ilustrar esta idea, utilicemos el siguiente ejemplo:
Imaginemos dos niños, uno rico y otro pobre. Ambos acuden a la misma escuela, a
la salida de la escuela, en la esquina, estratégicamente se encuentra la
juguetería de la zona. en la vidriera hay un osito de peluche. El niño pobre
todas las tardes cuando sale, lo mira, lo desea, cuenta todas las moneditas que
tiene, pero todavía no llega al valor del osito. Así todos los días, apoya su
naricita contra el vidrio de la vidriera y va contando cuantas monedas le
faltan. ¡Al fin llega el día en que reunió la cantidad necesaria para comprar
su osito!, hacia varios días que se privaba de comprarse golosinas para poder
ahorrar mas. Al sonar el timbre del fin del día, sale corriendo hasta la
juguetería a comprar el osito. Imaginemos por otro lado al niño rico. El chofer
particular lo viene a buscar como todas las tardes. Una vez adentro, el auto se
detiene en la esquina ante el semáforo rojo. el niño rico, mera por la
ventanilla y ve en la vidriera de la juguetería el osito, entonces dirijiendose al chofer le pide que le traiga ese osito para
el. El chofer detiene el auto y baja a comprarle el osito, en ese momento,
ingresa juntamente con el niño pobre con las monedas sonando en su bolsillo.
Afortunadamente hay mas de un osito, así que ambos niños reciben su osito; pero
¿cual de los dos tiene un sentimiento mas profundo hacia el osito? De seguro el
niño pobre. El fue creando ese sentimiento cada día, y por lo tanto el valorara
mas a ese muñeco.
Así
sucede con nosotros. Al reconocer cada día todo lo que D-s hace por nosotros.
Por eso tiene un texto fijo. Alguien podría pensar: ¿Que es lo que tengo que
agradecerle a D-s? ¿Que sucedió hoy de extraordinario para que yo Le
agradezca?. Cada mañana al levantarnos, el judío recita una serie de
bendiciones matinales, agradeciendo y loando a D-s por habernos devuelto la
vida, ¿cuantas personas se acuestan a dormir y no se levantan con vida?, le
agradecemos por tener dominio de nuestro cuerpo, por poder ver, caminar, por
tener con que vestirnos y todas aquellas cosas que son tan básicas y rutinarias
que creemos que obviamente así tiene que ser cada mañana, ya ni pensamos en
ellas, por lo tanto dejamos de valorarlas. Por eso tiene un tiempo fijo, porque
sino lo valoramos en cada momento,
cada mañana, nos olvidamos y lo valoramos cuando ya no lo tenemos mas...
La Tefila es el instrumento de la fe, la que nos despierta de la rutina y nos hace ver la
manifestación divina en las cosas naturales. La naturaleza es un conjunto de
milagros, de manifestaciones de D-s que suceden periódicamente.
Acaso la aurora y el crepúsculo
dejan de ser un milagro solo porque se repiten a diario? El judío entiende que no, y cada mañana
y cada noche, bendice y reconoce la intervención divina en la salida y la
puesta del sol, observando en estos fenómenos naturales la perfecta armonía que
El impone en Su universo.
La practica constante de estos
ejercicios capacita al judío para descubrir a D-s en las cosas de todos los
días.
Es
otra manera de comenzar el día. No como aquel que ve el baso medio vacío, sino
que ya valoramos cuanto tenemos, y aunque hoy no suceda nada extraordinario, ya
tengo motivos suficiente para estar contento y agradecido a D-s.
Luego de las bendiciones
matinales la plegaria continua con una serie de salmos en donde se alaba a D-s
por la maravilla de la naturaleza, los mares, las montañas, los vegetales, como
todo ocupa un justo lugar equilibrado en la cadena de la vida. Con las
bendiciones matinales, reconozco a D-s en mi mismo, en lo que me rodea mas
inmediatamente, en estos salmos, reconozco a D-s en la naturaleza, en el medio
que me rodea en el espacio que me circunda. Lo que continua a estos salmos son
las bendiciones del Shema Israel.
En la 1ª bendición se habla de
la creación de la luz, que es la base de la vida, lo primero que D-s creo.
Tiempo pasado.
En la 2ª bendición nos habla
del amor en todo momento con que D-s ama al pueblo de Israel. Tiempo presente.
En la 3ª bendición nos habla de
la redención final. Futuro. En estas bendiciones tenemos: pasado, presente y
futuro. Esto nos da una idea de tiempo, es decir en esta etapa de la tefila reconocemos a D-s en el tiempo, en la historia.
Ahora, una vez que descubro a D-s en mi mismo, en el espacio y el tiempo, que es el que me provee de todas
mis necesidades básicas y me conserva la vida, que es el que creo y controla
la naturaleza y es el que
maneja la historia y el tiempo, entonces ahora tenemos una percepción mas
correcta delante de quien estamos parados, y cuanto es lo que debemos
agradecerle. Es por eso que las primeras palabras dela amida (la parte
central de la tefila que se recita de pie y en
silencio) comienza diciendo: “D-s abre mis labios y mi boca pronunciara
tus loores”; ya que si realmente
fuéramos conscientes de todo ello, estaríamos shokeados,
paralizados ante lo sublime de ese momento de poder estar frente a D-s.
-El nieto de Rabí Baruj jugaba al escondite con otro niño. Se escondió y
permaneció en su escondite durante largo rato, suponiendo que su amigo lo
buscaría. Por fin salió y comprobó que su amigo se había marchado sin haberlo
buscado para nada, de modo que su propio ocultarse había sido en vano. Corrió
entonces al estudio de su abuelo y entre lagrimas se queja de su amigo.
Tras oír la historia,
Rabí Baruj estallo en llanto y dijo: -También D-s dice "yo me oculto,
y no hay nadie que me busque"-
-D-s se esconde espera que
lo descubramos, que lo admitamos en nuestra vida.
-Y cuando percibimos
que El se oculta, ya lo hemos descubierto.
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