Hermanos, ¿se han dado cuento que parecido somos a estos tres monos?. Seguro que los han visto muchas veces, pero, ¿alguna vez pensaron que nosotros los judíos actuamos de una forma muy similar a ellos?.
Si, ya lo se, ellos no son judíos, pero también entre nosotros hay quienes no quieren ver nada que tenga símbolos o recuerdos del judaísmo tapándose los ojos. Por otro lado hay otros que no les importa ver, pero que si les cuentan algo, o lo quieren invitar a una charla sobre el tema piensan : “un momento, mejor me voy de aquí rápidamente antes de que me quieran convencer”, con sus manos se tapan los oídos. Y otros simplemente, si le pedimos decir algo relacionado al judaísmo, una bendición, kidush, una plegaria, leer un salmo, etc… dicen irónicamente ¡…Di-s no lo permita! Prefieren taparse la boca.
Esto no es broma, hemos llegado tan lejos que hoy en día ya tenemos el “tres en uno”, todas las cualidades que mencionamos anteriormente las podemos encontrar en un solo individuo - ¡lastima que el hombre viene sólo con dos manos y no tres!...
No es difícil darse cuenta que hoy en día también nos comportamos como los monos. Copiamos todo de los otros, si el lo tiene yo también lo quiero, si el otro lo hace, yo también puedo hacerlo, si ellos se visten así, ¿por qué yo no?, y todo esto sin analizar siquiera si es bueno para nosotros o no. ¿Qué paso con la posibilidad de discernir entre el bien y el mal?
En hebreo hay una letra, la KUF.
que es el centro de la palabra “Sheker”, mentira (SH-K-R)
Es una letra que no tiene base, es “inestable”, tiene una sola pata. Es gorda arriba y delgada abajo. La KUF se ve como si se impone, pero el peso de arriba sobre la delgada base la hace caer (así como cae la mentira); mas aún, la parte alta de la letra no está unida al pie, ¡está como balanceándose sobre el!.
En hebreo al simio se le llama KOF, se escribe igual al nombre de la letra KUF El mono también es inestable, se balancea; copia todo, tanto lo bueno como lo malo y salta de un lado a otro para llamar la atención.
Asi como la KUF es el centro de la palabra “sheker”, también el simio siempre quiere ser el centro.
Los textos científicos llaman al genero humano como “homo sapiens”, pero parece que sólo en esos libros del pasado nos definían como algo especial, como un ser pensante. Hoy en día copiamos y no pensamos.
La Torá y nuestros sabios nos enseñan que la diferencia entre el hombre y los demás seres vivientes es el hecho de que podamos pensar y contar nuestros pensamientos por medio del habla, a eso se le llama “NEFESH MEMALELA”, un alma hablante. Los seres humanos tenemos JOJMA, la posibilidad de almacenar información; BINA, la posibilidad de entender, y DAAT, la posibilidad de deducir una cosa de otra. Tenemos también la posibilidad de transmitir todos estos pensamientos por medio del habla, pero para llegar al proceso de comunicación tenemos que tener alguien que nos escuche y el mono tapó los oídos con sus manos.
Miren que interesante, de los cuatro sentidos que tiene el ser humano, sólo el habla puede materializarse por si solo. Para expresar lo que vemos, lo que olimos y lo que palpamos necesitamos del habla, para transmitir nuestras experiencias necesitamos del habla y para escuchar necesitamos del habla.
Como detalle curioso, contamos hoy en día en el siglo 21 con los medios mas avanzados de comunicación, teléfono, celular, email, internet, TV - de la radio para que hablar – y nos sentimos SOLOS, no sabemos a quien transmitirle y lo que es peor ¡QUE TRANSMITIR!.
¡No somos nosotros, somos un reflejo de los otros!
Si preguntáramos ¿Cuál es el objeto mas pobre, que contestaríamos?… ¿pensaron alguna vez en el espejo…?, es tan pobre que ni siquiera es él mismo, es siempre la reflexión de los otros, no tiene nada propio que entregar. A eso lo llamamos pobreza. Aquellos que se dan cuenta de este estado de “ser nada y no tener nada”, buscan algo significativo, encontrnado en el mejor de los casos cursos de meditación y misticismo; cursos de auto estima o terapias varias para tratar de encontrar “algo”.
Por lo general, aquellos que buscan seriamente, no entran en las religiones basadas en dogmas, reflejos vacíos de otros que no entregaron mas que odio y destrucción, como las cruzadas y guerras santas (por supuesto esto hoy en día se ha cambiado con el lema del amor y la salvación en el mundo venidero).
Muchos buscan en filosofías del oriente o en la meditación en las que la “auto búsqueda” es lo que prevalece. La verdad es que no se lo que buscan por que ni ellos mismos saben lo que se les perdió.
Entonces ¿qué nos queda antes de buscar un sentido a la vida? lo primero es saber quienes somos para poder saber adonde vamos.
El judaísmo, ¿de dónde vinimos?
Somos Judíos, descendientes de nuestro patriarca Abraham el hebreo. ¿Por qué fue denominado el hebreo? IVRI significa del otro lado, todo el mundo estaba a un lado y Avraham en el otro; todo el mundo creyendo en ídolos y Avraham en el Di-s unico y verdadero, Creador del cielo, la tierra y todos los astros celestiales.
Nuestro glorioso pasado esta lleno de reyes justos y creyentes; profetas y jueces, filósofos y sabios. Desde la época de nuestros patriarcas hasta ahora todos los grandes imperios mostraron sus garras, las afilaron contra nuestro pueblo, nos atacaron y… ellos desaparecieron, pero nosotros todavía estamos acá ¿y ellos…? Tal vez en unas vitrinas de famosos museos. Pero ¿qué nos ha pasado? ¿Hemos perdido acaso el orgullo de pertenecer a este Pueblo Eterno con sus tradiciones eternas y su Torá Eterna, o tal vez nos hemos alejado por no saber que significa el judaísmo y el ser judío?.
Es acaso que no entendemos que la asimilación es una causa directa de la desinformación, que la falta de educación judía tradicional nos conduce al “auto holocausto”, la destrucción de la cadena que ha continuado desde los tiempos de nuestro patriarca Abraham hasta nuestros días.
¿Cuántos judíos no tienen idea de que se trata el judaísmo? ¿Cómo se es judío y de que depende si lo soy o no? Cuantos mezclan los valores nacionales del pueblo con el judaísmo, no entendiendo que estos son una pequeña parte de todo esto.
¿Cuántos creen en esa mezcla falsa de ritos judíos, paganos y cristianos que se llama “judaísmo mesiánico”?
¿Quién no ha oído de algún amigo que está estudiando Kabalá y ni si quiera tiene idea de cómo se ven las letras del alfabeto hebreo, ni conocen los fundamentos del judaísmo?
Hemos perdido las proporciones, nos hemos alejado de lo eterno, de lo único que tiene sentido, lo único que nos puede llevar a la autoestima y al placer perpetuo cambiándolo por búsquedas vanas y sin sentido.
¿Qué nos ha pasado? Hace 60 años atrás nos persiguieron por ser judíos y nos quisieron aniquilar por la única razón de serlo; hoy no queremos ser judíos y nos persiguen igual. ¿Cuál es la diferencia?…
A pesar de todo lo que nos está pasando, tenemos la promesa Divina de que nunca vamos a desaparecer. Por esas ironías de la vida, desgraciadamente nuestros judíos se alejan, se asimilan a los valores vacíos del mundo moderno. Sin embargo, por otro lado, miles de gentiles se nos acercan y quieren convertirse para encontrarle el sentido a sus vidas.
Tenemos el mérito de haber nacido judíos, no desaprovechemos la oportunidad de vivir una vida con sentido.