Un pensamieto en contra de la asimilación
Vea usted, muy pocas veces en mi larga carrera tomando exámenes de conducción -dice el examinador-, me ha tocado alguien tan cuidadoso que al subirse al auto y antes de ponerlo en marcha, mira por el espejo para ver lo que pasa atrás; esto demuestra que usted es una persona prudente y esta comenzando muy bien su examen. El conductor sorprendido le responde: quiero explicarle, yo soy historiador y una de las cosas mas importantes que he aprendido en mi vida y que me ha servido muchas veces en mi carrera profesional es que para seguir adelante hay que mirar hacia atrás…
Mirar hacia atrás y proyectarse hacia adelante fija dos puntos importantes para asegurar la línea que va a llevar mi vida; una vida sin dirección, sin un propósito, si no me fijo metas basadas en una realidad, es un caos. Por ejemplo, si no se ¿que haré mañana, adonde iré, con quién, como iré, etc.? Si no me contesto un par de preguntas antes o no planeo según un esquema predeterminado, será difícil llegar a un destino, ¡si es que lo tengo!.
La mayoría de la gente no lo tiene, vienen a este mundo sin saber por que y para que. Nunca se han formulado preguntas básicas como: ¿quién soy? ¿qué soy? ¿de donde vengo? ¿a dónde voy? ¿por qué vivo?, ¿qué hago en este mundo?. Muchos creen que el propósito de sus vidas es tener una profesión, ganar dinero, tener una familia, como algunos dirían… “VIVIR LA VIDA” y para qué… un día todo pasa, tarde o temprano, todos sabemos… esto se acaba. Y ¿qué quedó?.
Trabajaste para tener dinero, tuviste dinero para comer y alimentar a la familia, comiste para tener fuerza y trabajar nuevamente, viajaste un poco, lo pasaste bien el fin de semana. Pasó el domingo, tomamos el desayuno apurados y… nuevamente… ¿trabajar?
Bueno a tu modo la pregunta existe y también la respuesta:
¿De dónde vienes? ¡del trabajo! y ¿a dónde vas? ¡al trabajo!
¿Para eso viniste al mundo?. Para dejar una casa de concreto llena de muebles y riquezas, una buena cuenta en el banco para tus hijos, autos yates y… recuerdos de los otros sobre ti, en el mejor de los casos ¡simpático!.
Del ejemplo del conductor aprendemos algo muy importante. Hablando en términos personales, si no analizamos nuestro pasado, de donde venimos, que hicimos y como lo hicimos, no nos podemos proyectar hacia el futuro.
El judaísmo te enseña “la base” de la siguiente forma: dice la Mishná en Pirke Avot
“Que sepas de donde viniste, y para donde vas y delante de Quien en el futuro tendrás que rendir testimonio y cuentas” (Avot 3: 1)
Contesta la Mishná las tres partes de la siguiente forma: “Vienes de una gota mal oliente… Vas a un lugar de con bichos y gusanos y ¿delante de quién tendrás que rendir testimonio y cuentas? Delante del Rey de Reyes, El Santo Bendito El”
Vienes de la unión de tres partes, tu padre, tu madre y Di-s que insufló en ti el álito de vida, eres en parte material y en parte espiritual (Nidá 31a). O si quieres te lo explico de otro modo, eres el fruto del amor de dos personas; en hebreo amor se dice AHAVA, el valor numérico de esta palabra es 13, dos veces 13 da 26 que es el valor numérico del nombre de Di-s. Tu parte física viene de la unión física de dos personas. Pero tu parte espiritual es: “…una parte Divina de la altitud” (Libro de Iiov 31-2)
Cuando te alimentas antes de salir a ganar dinero, esto es solo para alimentar lo material, y a la otra parte ¿quién la alimenta?, ¿sabes acaso que la tienes y que pasa hambre constantemente? Te voy a explicar como puedes darte cuenta… te comiste lo mas rico que había, quieres más; viste lo mas hermoso, quieres ver más; tuviste lo mejor, quieres algo aún mejor. Ahora que pasa, si no lo encontraste buscas más y más en lo físico, después de esto caemos en otro nivel, “matar el tiempo” por supuesto para no pensar o un “pasatiempo” para tampoco pensar y desgraciadamente en algunos casos se pasa a la droga que comienza a tocar otro nivel… remata esta inconsciencia total para llevarlo a un estado de quiero más, y más y…
Si, la droga y los pasatiempos no son mas que una falta de satisfacción espiritual, no hay propósito en la vida, no hay metas, el alma está seca.
Y ¿para donde vas? …”a un lugar de con bichos y gusanos” ¡A la tumba!
El hombre pensante por definición científica se le llama “Homo Sapiens”, pero que vamos a hacer, perdió su capacidad de pensar y ya no sabe que hacer. Ya llegamos a la Luna, ahora estamos planeando llegar a Marte, en el futuro tal vez Júpiter. Y ¿a ti mismo lograste llegar?; ¿llegaste a conocerte?. Por difícil que sea, siempre lo de afuera es mas fácil de conocer que lo de adentro. Es mas fácil darle consejos a los otros que a nosotros mismos. ¡Buscamos siempre un escape!. ¿Acaso tu casa no es suficientemente grande, tu ciudad tampoco lo es?, ¿qué hay con tu país? Pero… buscamos conocer otros países, otra gente, otras cosas, como dirían, “salir de la rutina”. ¿No es acaso que estás insatisfecho o vacío espiritualmente, HAMBRIENTO?.
En el judaísmo existe el concepto de introspección, vale decir analizar nuestro pasado y presente para mejorar, renovar y proyectarse hacia el futuro. Todos los días son propicios para este cambio y mejoramiento. Este trabajo personal es importante para seguir adelante.
Como pueblo, desde el punto de vista histórico, ocurre algo similar. Un pueblo que no ve, no estudia y no vive su pasado, es un pueblo que dudosamente se proyectará hacia su futuro. Y ¿cómo podemos ver esto claramente? ¿Han escuchado de la palabra, del concepto ASIMILACION?, ¿qué está pasando hoy en día? Algunos sociólogos lo quieren llamar AUTOHOLOCAUSTO. No nos basta con todos los millones que fueron aniquilados por el puro hecho de ser judíos, sino que también ponemos a nuestros hijos en la fila de la aniquilación.
Muchos de los habitantes de Israel no saben que es un Tefilin, una Mezuza, como recitar el Shma Israel. Estos viven aquí, que podemos decir de aquellos que viven en la diáspora. ¿Qué saben de grandes personajes de nuestra historia como Avraham, Moshé nuestro maestro, el Rey David, Abayé, Rabah, o el gran Rambam?
Quiero que piensen en esto, grandes civilizaciones que hoy se encuentran en museos representadas por una cadenita, una cerámica o un sarcófago, nos vieron pasar y nosotros seguimos vivos ¿qué pasó con ellos?.
Mientras que otros se mataban en las arenas a vista de toda la familia y como recreación, nuestro pueblo estudiaba y le enseñaba a sus hijos Torá. Mientras otros se preocupaban de conquistar el mundo, nosotros nos preocupábamos de cómo mantenernos en el mismo lugar físico como comunidad y proyectándonos hacia adelante para asegurar nuestra continuidad como pueblo. Piensen solamente cuanta gente en el mundo sabía leer y escribir en el pasado; pero dado que la Torá nos obliga pasar la enseñanza a las próximas generaciones, como está escrito “y le enseñarás a tus hijos”, que sepan que ¡la gran parte del pueblo judío sabía leer y escribir!.
Yo soy un convencido que la asimilación es una causa directa de la desinformación; y como educador judío, me he dado cuenta con los años, que gente que estaba lejos de la cultura judía ha vuelto a sus raíces principalmente por que han aprendido a ver lo que tiene el judaísmo para nosotros hoy en día. Han aprendido a ver la riqueza espiritual que les llena el vacío que este mundo material provoca.
Venimos de nuestro glorioso y maravilloso pasado, somos el resultado de la visión y la enseñanza de nuestros líderes y rabinos en todas las generaciones.
Nuestro pasado es brillante, nuestro pasado es rico, nuestro pasado está lleno de sabiduría, ética y moral. Eso es lo que nos falta en nuestros días.
Miremos hacia atrás, aprendamos como proyectarnos desde esa eterna sabiduría hacia un futuro productivo y lleno de satisfacción. Aprendamos a vivir arraigados a nuestras raíces. ¡Paremos la asimilación!