SOLAMENTE CON LA TORA ¿Un fuego permanente estará encendido sobre el Altarno se apagará? (Vaikra 6,6) Nuestra sagrada Tora fue comparada con el fuego eterno del Altar. Todos tenemos que ocuparnos de la Tora, y con nuestra constancia y dedicación, cuidaremos la Tor

SOLAMENTE CON LA TORA

¿Un fuego permanente estará encendido sobre el Altarno se apagará? (Vaikra 6,6)

Nuestra sagrada Tora fue comparada con el fuego eterno del Altar. Todos tenemos que ocuparnos de la Tora, y con nuestra constancia y dedicación, cuidaremos la Tora de forma que su luz jamás se apagará?, como está escrito (Avoda Zara 3a): si no cuidan Mi Pacto durante el día y la noche, no mantendré las leyes del cielo y la tierra.

Hakadosh Baruj Hu puso una condición, para que el mundo siga funcionando, o mejor dicho, para que él mismo, el Bore Olam, siga haciendo funcionar al mundo. Debemos ocuparnos de la Tora de día y de noche. La Tora es el Pacto de Hashem y sin la Tora, Jas Veshalom, el mundo no puede funcionar. Por eso, en verdad, no es una condición, sino una consecuencia directa. La Tora es la materia prima del mundo, y Hashem nos lo recuerda?

Dijo rabi Shimon Ben Lakish: leemos que así fue durante la Creación del Mundo, y me pregunto: ¿qué quiere decir lo que dice el versículo, y fue noche, y fue día, el sexto día? Nos enseña que Hakadosh Baruj Hu hizo un pacto con la Creación, y dijo: si el pueblo de Israel recibe Mi Tora, estará bien, pero si no la reciben, haré que todo vuelva a la condición anterior, cuando todo era oscuridad y confusión.

Y explica Rashi: si no cuidan Mi Pacto, si no hacen como escribí, que tienen que ocuparse de la Tora de día y de noche, como está escrito en el libro de Iehoshua, se ocuparán de ella (de la Tora) de día y de noche?, y en otro lugar está escrito (Devarim 28,69): estas son las palabras del Pacto.

Un día, el Ministerio del Interior decidió hacer una auditoría en un centro de investigaciones científicas. En el lugar trabajaban los mejores científicos e investigadores que tiene nuestro país, Israel. Sus investigaciones estaban destinadas a obtener nuevas medicinas y a continuar avanzando en el mundo de la ciencia, ya que en ese campo somos un país de primera línea.

Los funcionarios del ministerio informaron a los responsables del centro que determinado día harían una inspección del lugar. Cuando llegó el día indicado, los agentes del ministerio se presentaron puntualmente. Pasearon por las distintas secciones, visitaron laboratorios, revisaron los sistemas de seguridad, la disposición de pasillos y salidas. En fin, hicieron un relevamiento completo del lugar, como si el lugar hubiera sido recién construido y estaría esperando una habilitación municipal.

También fueron a la cafetería, para desayunar. Aunque en verdad, no tenían la intención de comer, sino verificar que todo estuviera en condiciones, tanto allí como en todas las instalaciones.

Después de comer algo, recorrieron los jardines, que estaban cuidados artesanalmente. Podría decirse que visitar ese jardín era algo indispensable para toda persona que asistía al centro de investigaciones?

Pasaron dos semanas, y el centro recibe una carta que ordena el cierre del establecimiento. El texto de la carta indica que el centro no respeta las normas municipales y por lo tanto, debe cerrarse de inmediato.

El dueño de la cafetería se enojó, y dijo: ¿cómo puede ser? ¿Acaso no han visto mi seriedad en la preparación de los alimentos? En mi cafetería, todo está ordenado y limpio. Cada rincón, cada armario. ¿Y la comida? ¿Han comido platos tan deliciosos en otro lugar? Cada empanada está hecha en forma artesanal, una por una, personalizada. Y en cuanto a la dieta calórica, en cada porción están incluidas las proteínas, las vitaminas, grasas y minerales en forma balanceada, para que cada cliente salga de aquí perfectamente alimentado.

El gusto, el servicio y el detalle, que pongo en mi cafetería, no se puede encontrar en ningún lugar?

El jardinero se asoció al enojo del encargado de la cafetería. Era responsable del cuidado de los parques, las veredas, las macetas y hasta las flores que había en los distintos ambientes del centro.

¿A quién se le ocurre que pueden cerrar el centro de investigaciones? Cuando algo es bueno para los ojos, resulta mejor que lo que escuchan los oídos. Vengan por favor, y juzguen. Yo invierto aquí mi alma para que las plantas florezcan. En cada flor, en cada árbol, vuelco toda mi energía.

Vino una persona entendida en asuntos municipales y los interrumpió: ¡ustedes no son más tontos porque no tienen más tiempo! ¿Acaso ustedes piensan que la finalidad de este centro de investigaciones está dirigida a la calidad de la comida de la cafetería o a la belleza visual y al aroma que producen los árboles y las flores?

La existencia de este centro tiene su fundamento en la obtención de nuevas patentes, invenciones novedosas de todo tipo, pero especialmente en el campo de la medicina. Esa es la finalidad para la que fue creado este centro, y si no podemos llegar dignamente a cumplir ese propósito, lamentablemente, habrá que cerrarlo.

Dijo Hakadosh Baruj Hu: si Mi Pacto no se cumple de día y de noche, el cielo y la tierra no funcionarán de acuerdo a sus leyes?

La Tora es la que justifica el funcionamiento del mundo. El estudio de la Tora es lo que mantiene la continuidad de las leyes naturales. Los cielos, el sol, las flores y plantas, los pájaros, los mares y los ríos, todos son accesorios que embellecen el mundo.

Todo está creado para ?Reshit?, para Israel, para que los hijos de Israel se ocupen de la sagrada Tora, que es la fuente de vida. Sin nuestra sagrada Tora, el mundo no puede sostenerse?

Si existiera una pequeña pausa, si hubiera un instante en el que se interrumpiera el estudio de Tora en todo el mundo, de inmediato este mundo se convertiría en un abismo de oscuridad, como lo era en el primer día de la Creación, antes de que Hashem diga que exista la luz?

Y así está escrito en el capítulo ?Maalot Hatora?, que toda persona que se ocupa de la Tora con intención y seriedad, es llamado ?compañero?, porque se considera como si fuera el ?socio? de Hakadosh Baruj Hu en el momento en que creó el mundo (Nefesh Hajaim 4,11).

Cuando un hombre construye un bonito edificio, lo más normal es que se aconseje con un arquitecto. Este hará para él un dibujo de la obra terminada, y un detalle de los pasos a seguir para llegar a ese objetivo. Ahora, el dueño del futuro edificio, deberá contratar a un constructor, para que ponga manos a la obra de acuerdo al programa que definió el arquitecto. Si no cumple con cada paso del programa, pueden suceder dos cosas, o que el edificio no concuerde con el proyecto final, o inclusive, que la construcción se desplome.

Así está escrito que hizo Hakadosh Baruj Hu: miró la Tora y con lo que vio creó el mundo.

¿Por qué Hashem creó a los peces de forma que puedan vivir solamente en el agua? ¿Por qué no pueden vivir en tierra firme?

La Tora fue comparada con el agua. Hakadosh Baruj Hu quiso enseñarnos que así como el pez no puede vivir sin agua, tampoco el pueblo de Israel no tiene la posibilidad de vivir sino con la Tora, ya que no hay agua sino la misma Tora.

Cuando sacamos al pez del agua, de inmediato comienza a sacudirse hasta que muere. Lo mismo ocurre con el iehudi sin Tora, comienza a sacudirse: con su trabajo, con su esposa, con los vecinos? Por eso nosotros debemos aferrarnos más y más al manantial de la Tora, que es nuestra fuente de vida.

Traducido del libro Emuna Shelomo.

Leiluy Nishmat 

Israel Ben Shloime   z?l

Lea (Luisa) Bat Rosa    Aleha Hashalom

Iemima Bat Abraham Avinu    Aleha Hashalom