Por muchos años tenemos la costumbre en mi casa de invitar gente para  las comidas de Shabat, a veces jóvenes solteros, a veces chicas y otras parejitas jóvenes que han venido en aliá para crear y educar una familia en esta tierra. En una ocasión llegaron v

Por muchos años tenemos la costumbre en mi casa de invitar gente para  las comidas de Shabat, a veces jóvenes solteros, a veces chicas y otras parejitas jóvenes que han venido en aliá para crear y educar una familia en esta tierra.

En una ocasión llegaron varios jóvenes de Argentina, Tandil, Chaco, Buenos Aires…  El muchacho del Chaco me llamo la atención, le pregunte de donde venía y su respuesta fue “de un pueblo en el Chaco (no recuerdo el nombre), un pueblo de un par de miles de habitantes… Le pregunte ¿cuántas familias judías habían en ese pueblo? Me contesto que ¡la de el, la UNICA!... Mi asombro fue inmenso… ¿Cómo llegaste a una Yeshiva en la Ciudad Antigua de Jersusalem, le pregunté?.

A mi, que estoy 40 años en Israel me pararon unos turistas, que por esa "casualidad" eran de Chile, en un instante me di cuenta que tenemos algo en común, sin embargo, el asombro de verme con traje y sombrero los llevo a preguntarme , ¿cómo llegó usted a "Mea Shearim? (parea ellos, al parecer todos los judíos observantes viven en ese barrio)

Sara llego de la Argentina para estudiar judaísmo en un seminario de chicas. Su idea era quedarse un par de meses y volver a su casa para comenzar a buscar “un candidato apropiado” con el cual pueda formar una familia… La Divina Providencia tenía otros planes. La directora del lugar le propuso conocer a un chico, tal vez sería un buen Shiduj (una buena propuesta de noviazgo) ups…  un pequeño detalle… Abraham era de Turquía, un nuevo emigrante que también vino a Israel para comenzar una nueva vida de Torá. Sara no hablaba turco y Abraham tampoco sabia castellano -su familia estaba “solamente” mas de 500 años en ese país. Pero decidieron probar, ambos con un hebreo básico lograron comunicarse y hoy forman una hermosa pareja acá en Jerusalem.

De que estamos viviendo una época muy especial no hay duda, las profecías de de la Torá, las de Yirmiyahu (29-14):

 “Y te devolveré al lugar donde te exilié desde allí”

La Profecía de Yeshayahu (12-12) :

“Y alzará una señal a las naciones y recogerá a los desterrados de Israel y congregará a los dispersos de Yehudá de los cuatro cabos de la tierra”.

Y las del Profeta Yejeskel quien vivió en la diáspora, en lo que hoy es Irak,  después de la destrucción del Primer Templo (20 – 21-22)

“Con el olor grato (de vuestras ofrendas) os aceptaré, cuando os haya sacado de entre las naciones, y os haya congregado de entre las tierras, en donde habéis sido dispersado, y seré santificado en vosotros a la vista de las naciones.

Y conoceréis que Yo soy HaShem, cuando os haya traído al suelo de Israel, a la tierra que alcé Mi mano, jurando que la daría a vuestros padres”. ¡Las profecías se están cumpliendo una tras otra!

Es acaso el retorno de Am Israel a su Tierra milenaria lo que hace de esta época algo tan especial, seguro que sí pero hay otros símbolos que también gritan… ¡estamos volviendo a la Tierra de Israel!, esta se esta poblando a pasos agigantados y se esta reconstruyendo nuevamente.

De los confines del mundo llegan, y se asientan acá judíos de todas partes para formar sus hogares en esta “Tierra prometida”.  

Como dato ilustrativo nuestro edificio de 16 departamentos esta poblado por americanos, ingleses, 2 ancianas sobrevivientes de campo de concentración, una francesa, israelíes y un matrimonio latino. Y la cantidad de niños de todas las edades, no la quiero contar… en la foto ven el lobby con 16 cochecitos!!

Lo mas sorprendente es que nunca en la historia del mundo tantos judíos han venido a Israel con el solo propósito de estudiar Torá.

Miles de Yeshivot estan repletas de estudiantes “reviven las paginas del Talmud” que por tantos siglos fueron el legado de unos cuantos eruditos. Las palabras del Rambam, del Rashba, del Rif, del Rosh y los grandes sabios del Talmud vuelven a ser oídas por cientos de miles de estudiantes de yeshivot en todo el mundo.

La Torá en el libro de Dvarim– Deuteronomio-30, vaticina esta época con las siguientes palabras:

1 “Ocurrirá que cuando todas estas cosas te acontezcan, la bendición y la maldición que he presentado ante ti, entonces las internalizaras en tu corazón entre todas las naciones donde allí te ha dispersado El Eterno, tu Dios; 2 y regresarás con El Eterno, tu Dios, y escucharás Su voz, según todo lo que te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma. 3 Entonces El Eterno, tu Dios, te traerá de regreso de tu cautiverio y tendrá compasión de ti, y volverá y te reunirá de entre todos los pueblos a los que te dispersó allí El Eterno, tu Dios. 4 Si tus dispersos estuvieren en los confines del cielo, desde allí El Eterno, tu Dios, os reunirá y desde allí os tomará. 5 El Eterno, tu Dios, te traerá a la Tierra que poseyeron tus antepasados y que tú poseerás. El hará el bien contigo y te hará más numeroso que tus antepasados. 6 El Eterno, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para amar a El Eterno, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, para que vivas”.

El Rey David en el libro de Salmos (127) escribe:

“Construye Jerusalem HaShem, los alejados de Israel entraran” Pregunta el Talmud en el tratado de Brajot (49ª) “¿cuándo HaShem reconstruirá Jerusalem?  Cuando los alejados de Israel vuelvan a entrar”. Explica Rashi: La reconstrucción de Jerusalem es la redención de Israel

Por la mañana cuando escucho el ruido de las grúas, de las palas mecánicas, y veo con que rapidez se construyen los edificios en Jerusalem, me lleno de alegría. Vivo acá por mas de 36 años, y lo que esta sucediendo en los últimos años es sorprendente. Este ruido, a veces lo siento como la música de fondo para ese gran evento que se llama la Gueulá, la redención final del pueblo de Israel en esta Tierra que HaShem le prometió a nuestros patriarcas.