Rabino Richard Kaufmann
Reflexiones

Parashat Pekudei

"Y le dijeron a Moshé, que el pueblo trae más de lo necesario, para la obra que Hashem les ordenó hacer". (Shemot 36, 5) ¿Y por qué sucedió esto? Porque si bien puede suceder, que cuando se le pide a una persona para ayudar, al princi
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"Y le dijeron a Moshé, que el pueblo trae más de lo necesario, para la obra que Hashem les ordenó hacer".

(Shemot 36, 5)

¿Y por qué sucedió esto?

Porque si bien puede suceder, que cuando se le pide a una persona para ayudar, al principio no demuestre ninguna clase de interés, ganas ni motivación en hacerlo, una vez que comienza a ayudar, sus ganas comienzan a ir crescendo, hasta tal punto que es posible que haya que pedirle expresamente que por favor pare de ayudar.

¿Y por qué suele suceder esto?

Porque el ser humano tiene una lucha constante entre su impulso positivo que la induce hacia el altruismo y su impulso negativo que la induce hacia el egoísmo.

Y cuando la persona comienza a hacer el bien, su impulso positivo -que es la manifestación de su alma divina- comienza a sentir que está venciendo a su impulso negativo, potenciándose en él lo positivo haciendo que no desee parar ...

Y tuve el mérito de ver con mis propios ojos, como grupos de estudiantes que se quejaron cuando en medio de un viaje a Israel les dijeron que en las próximas dos horas iban a estar llenando cajas con comida para repartir a familias pobres, que una vez que comenzaron a trabajar y llenar cajas, pidieron que por favor los dejen quedarse por más tiempo, para así poder beneficiar a una y a otra, y a otra familia más ...


"Y seis brazos salián de sus costados. Tres brazos de la menorá de un lado y tres brazos de la menorá del otro".

(Shemot 37, 19)


Es decir, el candelabro de siete brazos es llamado "menorá" en mérito al candelabro del centro, que sirve de punto de referencia para todos los demás.

Y de esto aprendemos, que si de verdad queremos iluminar, debemos de actuar de manera centrada y equilibrada, pues sólo así la misma puede lograr su deseado efecto, haciendo que la luz se expanda y se potencie también hacia los costados ...

Y es el "tronco" central de la menorá, el que sirve como eje a partir del cual se habrán de ramificar los otros seis brazos.

Y sólo cuando hay un claro común denominador, todo puede llegar a ramificarse de manera armónica y equilibrada, aumentando y potenciando la luz que habrá de iluminarnos e iluminar beneficiosamente a todos los demás.

Y todos debemos de trabajar para transformarnos en verdaderas y potentes luminarias, trayendo luz y redención para nuestro pueblo, beneficiando con ello a todos los pueblos de la humanidad ...


"Y la plata de la congregación censada sumó cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos sagrados".

(Shemot 38, 21)

El único tema del cual se ocupa la parasha de Pekudei, es relatar con lujo de detalles, los diferentes materiales que fueron utilizados en la confección del Tabernáculo y de todos los utensilios que allí se utilizaban.

¿Y todo esto para qué?

Para no dar lugar a que las personas que donaron materiales al Tabernáculo, puedan llegar a sospechar que Moshé se quedó con algo de todas sus donaciones.

Y al declarar de manera precisa el balance total de todas las donaciones, así como la forma exacta como todas y cada una de ellas fue utilizada, eliminaron cualquier lugar u opción para la duda y para la desconfianza.

Sin embargo, no es esto lo único que la Torá nos quiere enseñar a través de este detallado relato ...

¿Y qué es lo que la Torá en forma profunda nos quiere enseñar?

Que también nosotros de tomar conciencia de toda la riqueza interior que poseemos, haciendo un balance positivo de todas las aptitudes y potenciales que Hashem nos dió, dándoles un propósito y una finalidad determinada a todos y cada uno de ellos ...


"Y puso la menorá (el candelabro) en la tienda de reunión, frente a la mesa, en el lado sur del Tabernáculo".

(Shemot 40, 24)


Es decir, Moshé colocó en el Tabernáculo primero a la mesa que representa al pan, al sustento y a la dimensión material y sólo después colocó - el candelabro -en correlación con la mesa-, el cual representaa a la luz y a la dimensión espiritual.

Y podemos venir aquí y preguntar: ¿Cómo puede que siendo lo espiritual el orígen de todo lo existente, se le de prioridad a la mesa, la cual representa en primer lugar algo material?

Y la respuesta es, que si bien lo espiritual antecede a lo material, para poder elevarnos hacia lo espiritual, debemos tener los pies en la tierra en lo material.

Y esto lo vemos también claramente en el sueño de Iaacov, donde el texto dice que había una escalera que su base estaba en la tierra y su cima llegaba al cielo (que su cima estaba en el cielo y que desde allí se proyectaba hacia la tierra).

En otras palabras, la espiritualidad también necesita de bases firmes y concretas para poder elevarse.

Y así como una persona que pasa hambre es muy difícil que pueda dedicarse plenamente a su elevación espiritual (pues además está escrito que si no hay harina no hay Torá), del mismo modo para el Judaísmo una persona no puede elevarse hacia una espiritualidad verdadera, si no se haya conectada también con el mundo material.

Además, como todo nuestro trabajo es tomar la materialidad del mundo y elevarla, es imprescindible que estemos conectados también con el mundo material para poder hacerlo ...

Por último, es por todo lo que acabamos de mencionar que el Judaísmo nos insta a trabajar, casarnos, tener hijos y formar hogares, y dentro de todo eso, agregar la luz de la espiritualidad.

Y nosotros invitamos a personas a nuestra casa para que disfruten junto a nosotros del placer del Shabat, y es sobre dicha mesa llena de manjares, que agregamos las canciones, melodías y palabras de Torá, colmando todo el ambiente de luz, plenitud, placer y espiritualidad ...

 

 



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