Rabino Najmán Bulman Z"L
Purim y el mes de Adar

Purim, respuesta judía al antisemitismo

Reflexiones sobre Purim y deducciones en relación a problemas contemporáneos. Purim es una fiesta enmascarada. Sin embargo, tras esa máscara se oculta una visión penetrante, una conciencia adulta. Hay tres cosas importantes que debemos aprender de Purim: Causas
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Reflexiones sobre Purim y deducciones en relación a problemas contemporáneos.


Purim es una fiesta enmascarada.

Sin embargo, tras esa máscara se oculta una visión penetrante, una conciencia adulta. Hay tres cosas importantes que debemos aprender de Purim: Causas del antisemitismo; métodos adecuados para defenderse contra ello y cómo celebrar el habernos librado de ello.


Causas del antisemitismo

Y Hamán (1) dijo al rey Ajashverosh (2):

- "Existe cierto pueblo diseminado entre las naciones y (a la vez) aislado de ellas, en todas las provincias de tu reino;
- Y sus leyes religiosas difieren de aquellas de los otros pueblos;
- No acatan las leyes del rey;
-¡Ni sería conveniente para el rey dejarlos existir!"
(Meguilá de Ester: 3.8).


"Diseminado entre los pueblos y (a la vez) aislado de ellos"

Estas palabras reflejan exactamente el dilema en que se basa casi todo el sentimiento antisemita. Los antisemitas ven judíos "diseminados" por todas partes; y éstos no luchan por conservar su identidad judía. Sin embargo, ven a la vez que el judío, a pesar de su deseo de asimilación, se caracteriza por una "indisolubilidad persistente".

El antisemita puede atribuir erróneamente esta paradoja a una actitud hipócrita o deshonesta del judío, o al hecho de que éste carezca de humildad y no tenga deseo de asimilarse. Puede que no logre entender nunca que el judío, en colectividad, no podrá jamás escapar a su destino histórico. Puede que no logre entender nunca que esa capacidad aparentemente eterna que tiene el judío de recobrar vida de las cenizas de su destrucción es quizás el testimonio más elocuente de que existe un significado divino en el proceso histórico.

Asimismo, siente profundamente -mucho más que aquel judío que se ha asimilado individualmente- el poder que el misterio de la supervivencia judía ejerce sobre su propia psique y la de su mundo. Y, sin comprenderlo, siente odio frenético hacia el judío por ese misterio que lo rodea.


"Sus leyes difieren de aquellas de los otros pueblos"

Aquí nuevamente, su odio le permite alcanzar una visión muy profunda, aunque distorsionada, del judío, que no se lograría jamás con un análisis frío y objetivo. Hamán notó, como todo antisemita de cualquier época, que el judaísmo es diferente, no sólo de cualquier otra religión sino de todas las religiones del mundo. Se dio cuenta que en la sociedad humana las diferencias religiosas se agrupan bajo un amplio denominador común de creencias y valores fundamentales. Generalmente, las fases económicas, políticas, sociales y recreativas de la vida son motivadas más bien por estos valores "inherentes" que por la posición doctrinal que proclaman las instituciones religiosas oficiales.

Hamán también percibió, con mucha perspicacia, que existen elementos en el judaísmo que impiden que sus adherentes sean legítimamente asimilados en la configuración total de las actividades no judías.

Persiste un punto de distinción indescriptible y evasivo. Algunos judíos buscan desarraigarlo de su existencia al rehusar reconocer la elección de Israel como un hecho histórico y se refieren a ello más bien como un "simple dogma", que pueden desechar desdeñosamente por ser vestigio de "un pensamiento primitivo chauvinista".

Pero la elección de Israel no es un "simple dogma". Es un principio fundamental del judaísmo cuya veracidad puede ser atestiguada por la historia del mundo. Quizás a los judíos no les gusta mucho aceptar ese hecho, pero los antisemitas lo perciben frecuentemente, como lo hizo Hamán al mofarse del hecho de que los judíos estuviesen atados a una religión genéricamente diferente de todas las demás religiones.


"No acatan las leyes del rey"

Hubo épocas en que se obligó a los judíos a adoptar la religión predominante en ese momento, al menos, además de la suya. Pero incluso en los países democráticos, en que se garantiza legalmente libertad religiosa a los judíos, sigue existiendo esa misma presión, aunque oculta.

Exclusiones sociales, inhabilitación política y económica esporádica, prácticas discriminatorias, incluso en la educación, ejercen una verdadera presión sobre el judío para que éste renuncie a sus creencias y se adapte a las que prevalecen a su alrededor.

En un contexto democrático como éste, la persecución religiosa es reemplazada por un llamado amistoso a los judíos a ser modestos para así ser mejor vistos por el mundo no judío. Pero el resultado es el mismo. En sociedades no democráticas, la destrucción es causada por el odio externo; en las democráticas, hay un suicidio espiritual incentivado indirectamente por el mundo externo.

Es importante recalcar el hecho que el sucumbir a esa presión y adoptar las costumbres y normas del mundo que nos rodea no es en absoluto índice de lealtad a nuestra tierra patria. Esto destruye el sueño judío. Debemos luchar por conservar nuestra identidad, nuestro destino, porque esto con-cuerda plenamente con las aspiraciones de la humanidad. Aquí criticamos la falacia de que para ser buenos ciudadanos debemos hacer causa común con aquellos elementos de la sociedad que insisten en moldear a los demás en todos los campos de la vida, excepto la política.


¡Ni sería conveniente para el rey dejarlos existir!

Éste es el golpe final.

Pongamos estas palabras en un lenguaje del siglo XX y nos parecerán muy conocidas.

"¿Quieres, pequeño judío, vivir acaso con la ilusión de que tu genio y tus esfuerzos han en cierto modo contribuido a enaltecer nuestro país? ¿Eres tan tonto como para imaginarte de que nos eres indispensable, por-que crees haber obtenido grandes logros? Qué lastima que estés tan errado. Nuestro futuro bienestar no depende de tu presencia o ausencia. Odiamos a tus Einsteins y Frankfurters. Sabemos como rechazar a tus Rickovers. En algunas partes, ustedes son unos comunistas de porquería, mientras que en otras son unos capitalistas de porquería. Algunos de ustedes son demasiado buenos para los negocios. Otros predican demasiado en contra de la injusticia social. Tus hijos llenan nuestras escuelas, fuera de toda proporción en relación a la cantidad de judíos que hay, y muchos de ellos son demasiado brillantes. May demasiados físicos y abogados que son judíos. Ustedes son una fuerza prácticamente mayoritaria en nuestra industria del espectáculo. Y últimamente han incluso invadido la ingeniería en masa."

Hoy en día, sólo una pequeña minoría comparte esta opinión. Esperemos que esta minoría siga decreciendo, porque en muchas ocasiones a lo largo de nuestra historia, estas minorías se han convertido en mayo- rías. Por lo tanto, sería muy poco sabio de nuestra parte creer que podemos sentirnos seguros por haber contribuido al bienestar de nuestras tierras respectivas. Hemos visto demasiado frecuentemente que los antisemitas claman que "No sería conveniente para el rey dejarlos existir", sin tomar en cuenta los cuadros estadísticos de logros judíos. (Este artículo fue escrito en 1964. Si recordamos nuestra historia reciente, el punto anterior pareciera haber sido profético. El Editor.)


Respuesta judía a la amenaza del antisemitismo

Veamos los elementos que conforman la respuesta de la comunidad judía persa a las amenazas de los partidarios de Hamán:

- Unión de la comunidad judía para mancomunar esfuerzos;
- Ayuno y arrepentimiento;
- Ester (3) intercede ante el Rey.


Unión de la comunidad judía

El primer paso para planear una defensa judía contra el antisemitismo es adoptar un sentido de destino judío común. Puede ser cierto que "donde hay nueve judíos hay diez opiniones", y que desde nuestro propio punto de vista sobre el judaísmo y los problemas de la vida judía, hemos sido casi siempre un pueblo muy fragmentado. Sin embargo, debemos recalcar que al sentir nuestra integridad física amenazada o al temer una aniquilación externa nos hemos siempre unido y hemos logrado excelentes resultados. Frecuentemente, diferimos mucho en nuestra definición sobre el carácter del judaísmo. Sin embargo, instintivamente, siempre hemos sabido que todo golpe antisemita a un judío no solo le atañe a él, sino a todos los judíos, ya sean ricos, pobres, observantes o no. Por lo tanto, toda alarma de peligro físico ha convertido siempre nuestra división interna en una unidad con una disciplina colectiva autorreglamentada.

Si en nuestros días al escuchar los llantos de los judíos que vivían por ejemplo, en la Unión Soviética, no nos solidarizáramos espontáneamente con su causa, quiere decir que hemos perdido un elemento irreemplazable de la fuerza judía para sobrevivir.


Ayuno y arrepentimiento

Pero ese sentido de solidaridad judía no será suficiente por sí solo. Será de importancia vital lograr un esfuerzo colectivo para recobrar el sentido de unidad espiritual judía que se ha perdido y para obtener la unión del pueblo de Israel con su D's y su Tora. La base misma de la resistencia judía contra el antisemitismo ha sido siempre el tener total conciencia de que uno de los mayores aliados de nuestros enemigos es nuestro alejamiento mental y emocional de la Tora. Al debilitar nuestro orgullo judío, podríamos quizás pensar que nuestros enemigos tienen algo de razón. A veces incluso nos degradamos a tal punto que "abrazamos el alma de nuestros enemigos" y adoptamos su forma de vida, justo en el momento en que ellos intentan destruirnos físicamente.

Por otra parte, el amar la Tora y tener arraigados sus conocimientos nos otorga tal fuerza interior y tal dignidad que ninguna persecución física podrá aniquilarnos. Nos evita sufrir humillación, que es la forma de tortura más cruel que nuestros enemigos podrían infligirnos. Nos resguarda contra el colapso emocional que experimentan muchas víctimas de persecución física que sienten que su existencia no tiene sentido. En una de las escuelas judías de Vilna ocupada por los Nazis, se le preguntó a un niño judío lo siguiente: ¿Si pudieras ir a una escuela judía fuera del ghetto, donde podrías disfrutar de la calidez del sol y del placer de ir a los parques y de entretenerte con juguetes, lo harías, aunque tuvieses que convertirte en nazi para ello? El niño respondió: "No, no lo haría. Prefiero quedarme aquí". La elección de ese niño es el secreto de la eternidad judía.


Ester intercede ante el Rey

En nuestros días, el acudir a los servicios de nuestros hermanos que tienen altos puestos y acceso libre a personas o instituciones influyentes es uno de los métodos más comunes dentro de las actividades de defensa judía. Muchas veces es lo mejor que se puede hacer y ha contribuido ciertamente en algunos casos a paliar el sufrimiento judío.

Sin embargo, todos conocemos sus limitaciones:

1. Los Ajashverosh históricos son frecuentemente individuos estúpidos, caprichosos e inútiles. No siempre son confiables.
Si tenemos suerte que sus caprichos y estados de ánimo nos favorezcan, "el decreto malvado" será abolido. Pero si nuestro "Ajashverosh" no toma en cuenta las palabras de nuestra "Ester", entonces, "pobre de ella y pobres de nosotros".
Cuando nos fue necesario, no pudimos confiar plenamente en los Ajashverosh de nuestra historia.

2. No se debe solicitar a nuestros "Esteres" interceder para implorar por la salvación de nuestro pueblo, por medio de halagos.
Corresponde recurrir a la lealtad judía que arraiga aún en el corazón de "aquellos judíos que viven en palacios", y la mejor forma de despertar en ellos ese sentimiento es hablarles con las palabras de Mordejai (4): "No piensen que ustedes escaparán más que los demás judíos por estar en la casa del rey. Si permanecen callados en ese momento, los judíos obtendrán ayuda y serán liberados por otra parte; y ustedes y también la casa de vuestros padres desaparecerán". Es decir, antes de halagar a nuestras "Esteres" es mejor que les recordemos la obligación que tiene todo judío de ayudar a su pueblo.


Estructura de Purim.

La observancia tradicional de Purim incluye los aspectos siguientes:

- Evocación histórica:
- Pedagogía "sagaz";
- Fraternidad judía;
- Preocupación por los pobres y los necesitados, y
- Júbilo controlado.

 

Evocación histórica solemne

Todos los años, observamos el ayuno de Ester un día antes de Purim. Reina un ambiente de alegría, pero controlada. No debemos olvidar que la congoja y un terrible temor a una inminente fatalidad preceden la experiencia de la Divina Providencia y la alegría que trae la liberación. Ambos deben ser nuevamente experimentados u olvidaremos luego el verdadero significado de la alegría. Esta fiesta dejaría rápidamente de ser una fuente que renueve nuestro valor y nuestro espíritu judío, y por ende, una festividad judía. Al caer la noche leemos la Meguilá que contiene la historia de Purim y tenemos la obligación de escuchar atentamente cada palabra de ella. Es por eso que hablamos de una evocación histórica "solemne" dentro de ese contexto de alegría y regocijo que vivimos en Purim.


Pedagogía "sagaz"

Los judíos modernos se preocupan mucho de "proteger" a sus hijos contra los efectos de algún cruel incidente o comentario antisemita. Sin embargo, en otras épocas y lugares, los padres judíos se preocupaban más aún por ello debido al gran antisemitismo que existía en ese entonces. Hoy en día vemos que si nuestros hijos no están mental y emocionalmente preparados para enfrentar el antisemitismo, experimentan sentimientos de inseguridad, inferioridad, y temor que pueden afectar seriamente su desarrollo como judío y como ser humano. Qué mejor forma de enseñar a nuestros hijos a defenderse de los antisemitas que darles una matraca (5) para que la hagan sonar cada vez que se menciona el nombre de Hamán.

Escuchar el ruido de la matraca refuerza nuestra profunda convicción de que nuestros enemigos no podrán nunca tener un fin distinto al de Hamán. ¿No nos encontramos acaso en posesión de un sistema pedagógico sutil de una eficacia extraordinaria que nos permite impartir a nuestros hijos una fe indestructible en la eternidad de Israel, una fe cuya fuerza los hará inmunes al daño psicológico del antisemitismo?


Fraternidad judía

Dentro del judaísmo contemporáneo, se habla más bien de fraternidad interreligiosa. Olvidamos en cierto modo que para cultivar el amor universal, uno debe primero amarse a sí mismo. Al no existir ese amor por uno mismo, el amor universal no tiene donde arraigarse para crecer. El alma de una persona se forma y se moldea principalmente dentro del contexto de su niñez. Una persona debe aprender el significado del amor dentro de su familia antes de poder amar a su comunidad. Además, cronológicamente, el amor a la comunidad debe preceder al amor a la humanidad. Uno no puede aprender a amar al mundo entero sin haber aprendido primero a amar a su propio pueblo. Cuan extraña es esta lógica que invierte el orden natural de estas distintas áreas cultivando la capacidad que tiene el judío de amar a los demás antes que a sí mismo. Frecuentemente tenemos la impresión que algunos de nuestros programas de amistad son una "excusa" por no tener estas mismas cualidades dentro de nuestro propio pueblo.


Preocupación por los pobres y los necesitados

En Purim, más que en otras fiestas judías, debemos asegurarnos que ningún judío se quede sin celebración por problemas de dinero. Esto es algo que debemos hacer personalmente, no en grupo. No podremos tener una verdadera fiesta de Purim si no ayudamos a otros judíos para que puedan celebrarla también. Y esta forma de caridad judía, directa y personal, es una de las mayores características del judío. Cuando esta caridad deja de ser personal, deja después de un tiempo de ser judía.


Júbilo controlado

No se verán nunca elementos de carnaval como máscaras, disfraces y bebidas intoxicantes en el estilo de vida judía, salvo en Purim. En días normales, sería muy extraño que un rabino aprobara o, más aún, fomentara formas de regocijo y relajación que busquen el placer por medio de un fuerte estímulo de los sentidos y de la imaginación, para "bloquear" temporalmente el sentido de realidad y una experiencia moral y racional arraigada en la razón y la conciencia. Sin embargo, con respectó a Purim los rabinos dicen lo siguiente: "Una persona debe beber vino hasta no diferenciar entre las palabras "maldito sea Hamán" y "bendito sea Mordejai". El uso de disfraces también es muy popular en Purim, tanto entre los líderes y miembros más renombrados de la comunidad rabínica como entre el resto del pueblo.

Sin embargo, incluso en este puntó, el judío se distingue de los demás. Hasta los más devotos y piadosos se las arreglan siempre para no cumplir totalmente la "mitzva" (6) de embriagarse en Purim. Se entonan un poco quizás, pero casi nunca como para perder el control y ser catalogados de borrachos. De hecho, es precisamente cuando han bebido-es decir, cuando los elementos de la motivación subconsciente rompen los lazos con la conciencia, la que generalmente los oculta- que aparece la verdadera nobleza de la "personalidad formada en la Tora", porque es en esos momentos que realmente se ve cuan profunda es la influencia de la Tora y de sus preceptos en la subestructura de la personalidad.

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Referencias:
(1)Hamán: Consejero malvado del rey Ajashverosh; es uno de los personajes protagónicos del milagro de Purim.
(2)Rev Ajashverosh: Rey de Persia durante el milagro de Purim.
(3)Ester: Mujer judía ilustre, rasada con el rey Ajashverosh contra su voluntad. Heroína de la historia de Purim.
(4)Mordejai: Gran sabio judío: héroe de la historia de Purim.
(5)Matraca: Objeto de madera o metal que los niños hacen sonar cada vez que se menciona el nombre de Hamán durante la lectura de la Meguilá en Purim.
(6)Mitzvá: Mandamiento o precepto de la Tora.


Extraído de la revista “El Kolel” con autorización de sus editores.



Sobre el Autor
El Rabino Najmán Bulman Z”L fue por muchos años Rabino de Kiryat Najliel en Migdal Ha\'Emek, Israel. Fue también Rosh Ieshivá de la Ieshivá Or Sameaj en Jerusalem, y paralelamente Rabino de la comunidad Najliel en Neve Yaacov ,Israel

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