Rav Moshe Wolfson
Purim y el mes de Adar

Quien lee la Meguila en Purim Katan

¿Quién lee la Meguilá de Purim Katán—el primer Purim? [1] Cuando hay dos Adar, celebramos Purim durante el segundo, porque a la meguilá se le conoce como “Igueret Ha Purim Hazot Sheinit”, esta es la segunda Igueret
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¿Quién lee la Meguilá de Purim Katán—el primer Purim? [1]

Cuando hay dos Adar, celebramos Purim durante el segundo, porque a la meguilá se le conoce como “Igueret Ha Purim Hazot Sheinit”, esta es la segunda Igueret—epístola de Purim". [2] [3]

Pero HaSheinit— la segunda- es una palabra en femenino, que se refiere a Igueret, que también es en femenino. Sin Eembargo HaJodesh—el mes, está en masculino. Si la instrucción de la Meguila aquí es leerla durante el segundo mes, entonces ¿no debería haber dicho el versículo HaSheini, el segundo?

Entonces, ¿Por qué, de hecho, no celebramos Purim durante el primer mes de Adar? ¿No es la regla general que “no pasamos sobre las mitzvot, entonces las cumplimos en la primera oportunidad que tenemos?” De hecho, incluso hay una opinión en Jazal—nuestros sabios [4] que dice precisamente esto: debemos celebrar Purim en el primer Adar porque no debemos demorarnos en el cumplimiento de las mitzvot.

A pesar de esto, seguimos la otra opinión en la Guemará de celebrar Purim en el segundo Adar, y esto es porque  “Acercar una redención a otra es preferible”, vale decir que es mejor poner la geulah de Purim cerca de la geulah de Pesaj". Pero, ¿por qué es tan importante este concepto, de colocar la gueula de Purim cerca de la gueula de Pesaj, que anula el valor de cumplir las mitzvot en la primera oportunidad que se presenta?


Y entonces hay que preguntar:

¿Por qué hay dos meses de Adar? 

A la luna se la conoce como el “Maor ha katan”, la pequeña luminaria”, [5] y esto es porque ha sido disminuida de tres maneras diferentes. 

Primero, su luz es mucho menos luminosa que la del sol y es sólo un reflejo de el. 

Segundo, su luz no es constante: aumenta y disminuye. 

En tercer lugar, la luna no puede seguir el ritmo del sol. Se supone que los doce meses de la Luna coinciden con la rotación del Sol alrededor de la Tierra, sin embargo, ella termina sus doce meses en 354 días, pero el sol gira alrededor de la tierra en 365 días. Por lo tanto, pierde 11 días frente al sol cada año, y ahora para ayudar a la luna a seguir el ritmo del sol, añadimos un mes Adar adicional aproximadamente cada tres años. (a esto le llamamos shana meuberet, un año embarazado, o como se lo conoce, año bisiesto).


La relación del sol y la luna simboliza la relación entre  6 ”Hashem, quien es nuestra fuente y protección, y el pueblo judío, que es el que recive y que es hermoso como la luna”. [7] La desigualdad entre el sol y la luna expresa la imperfección en nuestra relación con Hashem. La luna se queda tan atrás, que comienza a perder completamente su conexión con el sol, simboliza un hester panim—un ocultamiento- oscuro y profundo, este es el ocultamiento de la presencia de Hashem.

Por eso, después de aproximadamente tres años sin un mes extra, llegamos a  Purim Katan, el pequeño Purim. La pequeña luminaria —la luna-  ya lleva unos treinta días de retraso y todavía estamos en lo más profundo del oscuro invierno, lejos de la primavera estacional. Simplemente estamos demasiado débiles como para generar las luces dinámicas que se logran a través de las mitzvot de Purim que nutrirán a todo el cielo y la tierra, porque el poder de la gueula de Purim proviene de la fuerza de la gueula de Nisan que es cuando la luna ha alcanzado al sol. En otras palabras, necesitamos estar cerca de Nisán para poder bajar la luz de la gueula de Purim.

Entonces, ¿qué sucede el día del 14 del primer Adar en un año bisiesto? Ya ha pasado un año desde el último Purim, ¿acaso podremos sobrevivir un mes más sin leer la meguilá ?

La verdad es que no podemos, ¡por eso se lee la meguilá!, pero no acá en la Tierra. Siempre que es necesario hacer algo, pero por cuanto somos demasiado pequeños para hacerlo, Hashem lo hace por nosotros. En Purim Katan, Él lee la meguilá la epístola de Purim en el cielo.


En lugar de nutrir los cielos con luces, con energías generadas en la tierra, nos nutrimos de luces generadas en el cielo. Como a un katan —a un niño pequeño, nuestro Padre Celestial nos provee.

Las luces generadas por Hashem leyendo la meguilá atraviesan la oscuridad del hester panim —el ocultamiento de la presencia Divina, dándonos la fuerza para elevarnos al segundo Adar y cumplir nosotros mismos las mitzvot de Purim.

Entonces entendemos que el adjetivo femenino “Hashinit” sí se refiere a la epístola de Purim, a la Meguilá, no al mes de Adar. Entonces, cuando leemos la meguilá el día de Purim en el 14 del segundo Adar, es realmente su segunda lectura porque Hashem ya la leyó como lo explicamos.

Por supuesto, esta segunda lectura es mucho más poderosa y dinámica que en un año regular. Se basa en la lectura del mejor lector.

_______________

[1] Este capítulo está simplificado  y tomado del libro de Emunas Itecha págs. 272 y 303, donde se plantean y responden muchas más preguntas.

[2] Meguilá 9:29.

[3] Meguilá 6b.

[4] Ibídem .

[5] Bereshit 1:16.

[6] Tehilim 84:12.

[7] Shir HaShirim 6:10.



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