Rav Salomón Michan
Para Reflexionar Juntos

Acercarnos a Hashem

Otra de las finalidades de la Tefilá es acercarnos a Hashem. Escribió Rab Yehezkel Levinshtein: “La Tefilá es el mejor acercamiento a Hashem; la Tefilá acerca el corazón al creador del mundo”. Así como está escrito: “Karob H
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Otra de las finalidades de la Tefilá es acercarnos a Hashem.

Escribió Rab Yehezkel Levinshtein: “La Tefilá es el mejor acercamiento a Hashem; la Tefilá acerca el corazón al creador del mundo”. Así como está escrito: “Karob Hashem Lekol Koreav” –“Cercano está Hashem a todos los que lo invocan”–.45

 El Shlá escribe: “Dependiendo del acercamiento que se tenga con Hashem por medio de la Tefilá es lo que se recibirá de Hashem”.46

 La Tefilá no es pedir, es acercarse a Hashem

 Preguntó el Mabit: ¿No es mucha insistencia pedirle a Hashem tres veces al día durante toda una vida?

¿Acaso a un rey se le puede pedir tantas veces que nos ayude? Parece un poco exagerado lo que hacemos.

Explica el mismo Mabit y el Saba de Kelem: La finalidad de la Tefilá no son pedidos, sino acercarse a Hashem. Y tanto que le insistimos las cosas no es algo malo, ya que eso demuestra que estamos apegados a Él y manifestamos que sólo Él nos puede ayudar.

Según esto, se contesta la famosa pregunta: ¿Para qué pedimos, si Hashem ya conoce nuestras necesidades?

La respuesta es: “La Tefilá no es pedir y recordarle a Hashem lo que necesitamos, sino es una unión entre el que reza y Hashem”.

 

 ¿Cuál es la intención de rezar?

Vamos a escribir una parábola que nos ayudará a entender cuál es la intención o finalidad del rezo.

Había una persona que estaba muy enferma y fue con un doctor muy famoso mundialmente para que lo cure.

Después de un largo tratamiento lo curó.

¿Cuál fue el beneficio de ese hombre? Hay dos opciones que podemos pensar:

1. Que se curó su enfermedad.

2. Que pudo tener una relación con ese gran doctor.

Seguramente el beneficio que tuvo ese hombre fue que se curó de su enfermedad y secundariamente que pudo hacer la relación con ese doctor.

Pero concerniente al rezo a Hashem es al revés: lo principal es que la persona se relacionó y se apegó con Hashem, y secundariamente tuvo un beneficio de lo que pidió.

 Así como dijo Rab Yerujam Lebovitz de Mir: “El Birkat Hamazón no es porque comimos pan, sino que Hashem nos mandó pan para decir Birkat Hamazón”.47

En una ocasión llegó una persona con el Jafetz Jaim pidiéndole que rece por él. Le dijo el Jafetz Jaim: “A un padre no le gusta que un hermano pida por su otro hermano, sino que el hijo debe pedir por sí mismo”. El Jafetz Jaim le quiso transmitir el mensaje de que la Tefilá de la misma persona que necesita a Hashem es mucho mejor, ya que la finalidad de la Tefilá es acercarse a Hashem.48

 

Es natural llamarle a nuestro padre

Hay una pregunta conocida cuya respuesta nos dejará un gran mensaje:

Es discusión entre el Rámbam y el Rambán si al decir la Tefilá se cumple una Mitzvá o no. Según el Rámbam, la Tefilá es una Mitzvá de la Torá, pero según el Rambán no es una Mitzvá de la Torá.

Preguntó Rab Aharón Kotler: ¿Por qué el Rambán no contó a la Tefilá como una Mitzvá?

Contestó Rab Aharón Kotler algo hermoso: Así como una madre no le obliga a su hijo a llamarle “mamá”, ya que el niño lo hará por sí mismo, Hashem no nos obliga por medio de una Mitzvá a llamarlo y clamarle, ya que es algo natural llamarle a nuestro padre.49

 

La Tefilá es lo que más nos une a Hashem

Existen muchas Mitzvot que debemos cumplir como Tzitzit, Tefilin, Sucá, Lulab, prender velas para Shabat,  etcétera. Pero la Mitzvá que más nos une a Hashem es la Tefilá, ya que la esencia de la Tefilá es el trabajo con el corazón, y ello nos une a Hashem. Por medio de la Tefilá nos apegamos a Hashem.

Una de las diferencias más marcadas entre el hombre y el animal es el sentido del habla. Por cuanto que Hashem nos dio ese don de hablar, debemos aprovecharlo para unirnos a Hashem. “No hay major relación como cuando se platica”.

Hoy en día con tanta prisa que se tiene en la vida diaria, con la falta de tiempo, con todos los medios que nos entretienen tanto, debemos alejarnos un poco de eso para apegarnos a Hashem. Es por ello que Hashem nos pide que recemos varias veces al día, para alejarnos de nuestros asuntos y apegarnos a Él varias veces al día.

 

Maneras para acercarnos a Hashem

Una de las maneras para acercarnos a Hashem es agradecer cada paso que damos en nuestras vidas. Si ganamos un dinero, debemos agradecerle a Hashem; si logramos algún triunfo, agradecerle a Hashem; si logramos alguna meta, agradecerle a Hashem. Esto lo encontramos en la Berajá de Asher Yatzar, que cada vez que hacemos nuestras necesidades, debemos bendecirlo. Es una forma de sentirnos cerca de Hashem.50

Así mismo lo vemos en las comidas que ingerimos: cada momento estamos diciendo Berajot por la comida.

La finalidad es la misma: “Acercarnos a Hashem en nuestras vidas”.

Es lo que dice el Midrash: “Sobre cada respiro debemos agradecerle a Hashem”.51 Mientras más agradezcamos, mientras más pidamos, mientras más reconozcamos a Hashem mayor será el apego a él.

 

En cualquier momento pedirle a Hashem

Cuando Rab Yehezkel Abramsky salía de su casa ponía su mano en la Mezuzá y decía lo siguiente:

“Ribonó Shel Olam (Hashem); Ahora salgo de la casa sano, te pido que también regrese sano”.52

 

¿Acaso Shlomó Hamelej le da preferencia al no judío?

Cuando Shlomó Hamelej construyó el Bet Hamikdash hizo una Tefilá muy especial y dijo así:

“Hashem, si viene un Goy y te reza en el Bet Hamikdash, mándale lo que te pide, incluso que no se lo merezca; pero si un Yehudí te reza en el Bet Hamikdash, mándale lo que te pidió únicamente si se lo merece; pero si no se lo merece, no se lo mandes”.

Cualquier persona que lea esto, no lo entiende, ya que Shlomó Hamelej aparentemente está dándole prioridad a un Goy más que a un Yehudí.

Rashí explica las palabras del sabio rey Shlomó:

Ya que si un Goy le pide algo a Hashem y no lo recibe, él pensará que Hashem no existe; pero el Yehudí, en el Es lo que dice el Midrash: “Sobre cada respiro debemos agradecerle a Hashem”.51 Mientras más agradezcamos, mientras más pidamos, mientras más reconozcamos a Hashem mayor será el apego a él.

Así como cuentan de la Rabanit Zilvernshtein, la esposa de Rab Itzjak Zilvernshtein, que en una ocasión una mujer tocó la puerta de la Rabanit para pedirle un consejo; escuchó que dentro del cuarto se estaba hablando de un tema y esta mujer pensó que había alguien adentro platicando con la Rabanit; prefirió esperar y decidió no molestar. Esta mujer esperó hasta que ya no se escuchaba esa voz dentro del cuarto y abrió la puerta. En ese momento la mujer se impresionó al no ver a nadie hablando con la Rabanit; ella estaba sola dentro del cuarto. Lo que había pasado era que la Rabanit estaba en su Tefilá y estaba platicando directamente con Hashem, así como un hijo habla con su padre.56

 

No hacer la Tefilá como una rutina

Dice la Mishná:57 “Cuando reces, no hagas una Tefilá en forma fija, sino en forma de pedidos”.

Los Jajamim explican que no debemos sentir la Tefilá en una forma de rutina, sino cada vez sentir como si fuera la primera y última vez que se reza.

Cuando se reza no se debe leer en una forma monótona o aburrida. ¿Cómo podemos llegar a rezar en una forma de pedidos para que no se llame en forma fija, la cual provoca el aburrimiento y el fastidio?

Contestemos con una pregunta: Si se nos presentara una lámpara con un genio dentro durante tres veces al día durante toda nuestra vida, ¿acaso nos aburriríamos o nos fastidiaríamos? ¡Seguramente no! por cuanto que tenemos la oportunidad de pedirle lo que queramos.

Así mismo es la Tefilá; tenemos la oportunidad de pedirle al rey de reyes, que es Hashem.

Con esto entendemos la pregunta famosa: ¿Para qué es necesario rezar tres veces al día?

La Tefilá es el alimento espiritual de la persona. Así como la persona necesita comer tres veces al día, así mismo necesita rezar tres veces al día, para sentir el apego todo el día completo.58

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45  Tehilim 145, 18.

46  Shlá en Tamid 12.

47  Berumó Shel Olam 73.

48  Berumó Shel Olam 110.

49  Mishnat Aharón.

50  Mitzvat Bitajón.

51  Bereshit Rabá 14.

52  Mejudadim Bepija 88.

53  Ubajartá Bajaim.

54  More Nebujim 5, 53.

55  En Shemot 17, 7.

56  Melajim Umanaij al final del libro en las historias de la Rabanit.

57  Pirké Abot 2, 13.

58  Kuzari Maamar 3.



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