Rav Baruj Mbazbaz
Actualidad

Cómo Temer a D'os - parashat Shemot

El Jumash Bereshit finaliza con el relato del fallecimiento de Iaacov Avinu, y posteriormente el de Iosef Hatzadik. Nuestra parashá nos cuenta que el Faraón no recordó todo el bien que le había hecho Iosef al pueblo de Egipto, y comenzó a oprimir al pueblo jud&i
First slide

El Jumash Bereshit finaliza con el relato del fallecimiento de Iaacov Avinu, y posteriormente el de Iosef Hatzadik.

Nuestra parashá nos cuenta que el Faraón no recordó todo el bien que le había hecho Iosef al pueblo de Egipto, y comenzó a oprimir al pueblo judío hasta que llegó a esclavizarlos.

El Faraón tenía consejeros que, a través de la brujería o, a veces, a través de la astrología, sabían lo que iba a suceder en el futuro, y así prevenían al Faraón para que tomara las precauciones correspondientes.
Nuestros Sabios nos enseñan que antes de que naciera Moshé, ellos pudieron prever mediante la astrología que iba a nacer el salvador del pueblo judío, y le advirtieron de ello al Faraón. El monarca, sin dudarlo, decretó que todo varón que naciese fuera matado. Y era tanto el temor que tenía el Faraón, que también decretó que los recién nacidos egipcios sean matados, pues él no sabía si el salvador del pueblo judío nacería de una mujer judía o egipcia. De esta manera él estaría seguro de que ese salvador no iría a sobrevivir.


Para llevar a cabo su plan, el Faraón se reunió con las dos parteras del pueblo judío y les ordenó: "todo bebé varón que naciera será matado y toda bebé que se la deje vivir" (Shemot 1:16).

Seguramente, para las dos parteras - Shifrá y Puá - no fue una prueba fácil.Por un lado sus manos no podían matar a nadie - y mucho menos a recién nacidos, pero por el otro lado, la vida de ellas estaba en peligro si el Faraón se daba cuenta de que no obedecieron sus órdenes. Sin embargo, el versículo siguiente nos informa acerca de su decisión: "Y las parteras temieron a D'os y no hicieron lo que les ordenó el rey egipcio, y dejaron en vida a los niños" (Shemot 1:17). ¿Por qué motivo ellas no escucharon la orden del Faraón, arriesgando sus propias vidas?El mismo versículo nos revela la respuesta: pues ellas "temieron a D'os".El temor a D'os que ellas sentían era mucho mayor que el temor al Faraón.

Ellas sabían que por cada criatura que matarían tendrían que rendir cuentas frente al Creador, y allí el castigo sería eterno. Pero en este mundo el castigo sería solamente temporario, tendría un fin.
El Faraón, al ver que los judíos seguían incrementándose, mandó a llamar a las parteras y les preguntó por qué no obedecieron sus órdenes. Ellas le respondieron que hasta que llegaban a las casas de las parturientas, las mujeres ya habían parido solas, pues no eran débiles como las mujeres egipcias, sino que eran más fuertes y podían dar a luz solas. Entonces, el Faraón entendió que no podía contar con ellas y las echó del palacio. Respecto de Shifrá y Púa, dijo Shelomó Hamelej en su libro de Mishlé (cap. 31): "La mujer temerosa de D'os será alabada".


La Torá nos enseña que el único motivo que incentivó a las parteras para no obedecer la orden del Faraón fue el temor a D'os.  Muchos de nosotros podemos pensar: ¿Por qué este fue el único motivo por el cual salvaron a esas criaturas?¿Acaso no pudo haber sido que sintieron lástima? Estas preguntas nos pueden llevar a la conclusión de que la persona puede ser un excelente ser humano, sin necesidad de temer a D'os para no llegar a matar o robar. Pero si esto es así, ¿por qué D'os entregó al pueblo judío la Torá como guía para nuestras vidas?¿Acaso no hay naciones enteras que viven con leyes fijadas por sus propios gobiernos y conviven sin mayores problemas?


En el Talmud (Kidushín 30) encontramos una respuesta a esta pregunta: "Debes creer en el instinto del mal y debes creer en la Torá, pues es su remedio". En esta pequeña frase hay una gran enseñanza. El Talmud nos dice que la persona tiene un instinto malo que constantemente lo incentiva a hacer el mal, y la única manera de contrarrestarlo es estudiando Torá. Mediante el estudio de la Torá, la persona adquiere el temor a D'os, y esto lo lleva a cumplir con los preceptos que Él nos ordenó, así como vemos en nuestra parashá, en donde el versículo atestigua que el único motivo por el cual Shifrá y Puá tuvieron la fuerza de no llevar adelante la orden del Faraón, fue porque temieron de D'os.


Pero, ¿cómo hacen los otros pueblos que no recibieron la Torá? La respuesta es muy simple. Eventualmente - en el momento que sus propios intereses están en juego - caen en el pecado.


Sin ir muy lejos podemos traer como ejemplo al pueblo egipcio. En la época de su apogeo, Egipto era la nación modelo, ya sea por sus adelantos arquitectónicos, como culturales y sociales. Pero llegado el momento, ellos no dudaron siquiera un instante en esclavizar cruelmente al pueblo judío, e incluso decretaron la muerte de criaturas inocentes. Vemos entonces que a pesar de toda su evolución cultural, las leyes egipcias servían solamente para beneficio de los egipcios, sin importar sus consecuencias respecto de otros pueblos.


Si nos acercamos a la época contemporánea podemos traer como ejemplo el comportamiento cruel de la Alemania Nazi, un país que parecía ejemplar en su cultura, civilización y educación... pero cuando "entendieron" que el mundo funcionaría mejor si sólo estaría poblado de alemanes, toda su cultura y educación ejemplar se hicieron a un lado para dejar entrar a la escena las crueldades indescriptibles que todos conocemos...


Las leyes de la Torá fueron hechas para que las personas conformen una sociedad productiva y solidaria, con el único objetivo de convivir en armonía y siempre buscar el bienestar para todos, cuidándonos de no "pisar a nadie en el camino".


El Ramá (Rabí Moshé Iserles, f. 1572) en sus notas sobre el Shulján Haruj comenzó su primer halajá (ley) diciendo:
"'Tengo presente a D'os delante mío en todo momento', es una regla importante en la Torá y en el nivel de los tzadikim que se encaminan delante de D'os.Pues cuando la persona toma conciencia de que el Rey del mundo, D'os, está en todo lugar, está sobre ella y observa sus acciones, así como dice el versículo: 'Si se ocultará la persona en un escondite ¿Yo no lo veré? - palabra de D'os', inmediatamente obtiene temor, sumisión y vergüenza de D'os". La persona que vive con este concepto no llegará a dañar a otro, sino que por el contrario, buscará siempre ayudar al prójimo.


Pero quien basa sus valores en las leyes de la humanidad, vivirá tranquilo y sin perjudicar a nadie todo tiempo que sus intereses estén asegurados, pero en cuanto sienta que sus intereses pueden llegar a verse perjudicados, tratará de salvarse… incluso a costa de su prójimo. Shifrá y Puá - las parteras judías en Egipto - no prestaron atención a sus intereses personales. Ellas sólo se preocuparon por cumplir con la orden de D'os, dejándonos como herencia esta gran enseñanza.

 



Articulos Relacionados

Inscribite
Contactanos