¿Podemos cambiar el destino por medio de nuestra conducta?
Analizaremos si nuestro futuro se rige según nuestra conducta o según el destino que ya tenemos determinado.Conocemos la frase famosa: “Israel, Lemaala Min Hamazal” – “Israel está encima de la suerte”.En este escrito, entenderemos cómo funciona el destino y la conducta.
La Torá menciona en varios lugares que si nos portamos como Hashem pide, recibiremos Berajot y todo lo bueno. Por ejemplo en la Perashá que leemos en Kriat Shemá: “Vehaya Im Shamoa Tishmeu” – “Si ustedes escuchan lo que les digo…y les daré buena cosecha, buenos campos etc.” También lo vemos en Perashat Bejukotai: “Si siguen mis caminos, les daré muchas Berajot”…
Vemos de aquí, que depende de la conducta de cada uno de nosotros, será el destino que tengamos.
La Guemará menciona varias historias para demostrar esta idea. Vamos mencionar algunas de esas historias:
La hija de Rabí Akibá tenía destinado morir en el día de su boda. Rabí Akiba lo había visto muy claramente en la astrología. Cuando llegó ese día, la hija de Rabí Akiba alimentó a un pobre sin que nadie se de cuenta y se salvó del piquete de una víbora que tenía destinado picarla y matarla. En ese momento Rabí Akibá se dio cuenta que “La Tzedaká salva de la muerte”. [1]
La Guemará nos cuenta que los astrólogos le dijeron a la madre de Rabí Najman Bar Itzjak, que su hijo iba a ser un ladrón cuando sea grande.
Debemos saber que los astrólogos del tiempo de la Guemará, sabían exactamente lo que veían y lo que decían. Tenían toda la razón en lo que vieron.
La madre de Rabí Najman Bar Itzjak estaba consternada. No sabía qué hacer. Ella sabía que tenía que hacer algo con el futuro de su hijo, así que decidió hacer un plan para ello. Ella sabía que debía reforzar el Irat Shamaim (temor a Hashem) de su hijo, así que decidió ponerle Kipá desde que era un bebé y aparte de eso, hizo mucha Tefilá por su hijo desde que era un bebé. Después de varios años, podemos ver lo que fue de él, un gran Rabino de los tiempos de la Guemará, el famoso Rabí Najman Bar Itzjak, que era capaz de revivir muertos.
Pero la historia no acaba aquí. La Guemará nos cuenta que no se le fue totalmente su parte y destino de ladrón. En una ocasión, cuando Rabí Najman Bar Itzjak estaba estudiando debajo de un árbol de higos, se le cayó su sombrero y cuando lo iba a recoger, se encontró con una fruta que fue de su agrado y le ganó su instinto malo, y tomó una fruta que no era de él.
Realmente Rabí Najman Bar Itzjak tenía destinado que iba a ser un ladrón, pero por la Tefilá de su madre, pudo cambiar su futuro y llegó a ser un gran Rabino.
Nos cuenta la Torá que después que Abraham Abinu venció a esos 4 fuertes reyes, Abraham se preocupó, ya que pensó que quedará sin méritos. Hashem le dice que no se preocupe, y que su pago será muy grande.
Abraham preocupado le pregunta a Hashem sobre tener descendencia, ya que Abraham miró en la astrología y ésta decía claramente que no podrá tener hijos. Sobre eso le dice Hashem: “Sal afuera y mira todas esas estrellas y así será tu descendencia”. [2]
Explica Rashí, que Hashem le dijo a Abraham: “Sal de tu astrología”, ya que el pueblo está arriba de la suerte. [3]
Lo mismo aplica para el lado contrario. Es sabido que el castigo “Caret”, se aplica al hacer un pecado muy grave, como por ejemplo comer pan en Pesaj. “Caret” es un castigo donde se acortan los años de la persona.
Vemos que la suerte depende de la conducta de la persona.
Por otro lado vemos, que el pueblo de Israel no es capaz de cambiar la suerte, así como dice la Guemará: “La vida (los años de vida), los hijos y el sustento, no dependen de la persona, sino de la suerte”. [4]
Como lo vemos en la Guemará, que Rabí Eleazar Ben Pedat tenía muy mala suerte y Hashem le dijo: “Podría destruir el mundo, volverlo a crear y tal vez nazcas con buena suerte”. [5]
Vemos una contradicción:
Al principio dijimos que la suerte depende de la conducta de la persona. Ya sea para bien o para mal. Después mencionamos que la suerte ya está determinada y Hashem tendría que destruir el mundo para cambiar la suerte de Rabí Eleazar Ben Pedal.
Vamos a contestar esta contradicción con varios puntos y varias pruebas.
1. Normalmente la suerte no es posible cambiarla. Adelante veremos varias maneras para cambiar la suerte.
2. El 99.99% de las personas nacen con buena suerte.
3. Vamos a mencionar una parábola para entender y responder la contradicción.
Una persona le regala a su amigo 10,000 litros de vino. Lo único que le pide son los barriles para llevarse el vino.
Si le lleva todos los barriles y llena todos ellos, se hace millonario. Pero si no le lleva los barriles, incluso que le dio esos 10,000 litros de vino, no tiene nada con é, ya que no se llevó nada.
Lo mismo aplica para nuestra vida.La suerte son todos esos litros de vino que Hashem nos da. Esa suerte es muy difícil de cambiar. Para adquirir todo ese vino, que es todo eso que Hashem determinó para nosotros, debemos crear barriles. Esos barriles se crean con la conducta de cada uno de nosotros.
Sobre esto, hay varias preguntas que debemos hacernos:
1. ¿Qué pasa con la gente muy buena que jamás ha pecado? ¿Cómo es posible que no tengan todo lo bueno?
Muchos Jajamim prefieren no recibir todo ese vino en este mundo. Incluso que crearon muchos barriles, no reciben el vino. Como mencionamos, hay tres partes principales en la vida de la persona. La vida, los hijos y el sustento. En la Torá existen maneras diferentes para recibir ese tipo de vino, es decir, por ejemplo, por medio de cumplir la Mitzvá de “respetar a los padres”, se crean barriles para recibir el vino de la vida. Los Jajamim crean barriles para todo tipo de vino, pero muchas veces los Jajamim no quieren quedarse con todo tipo de barriles, muchos de los Jajamim grandes se prefieren quedar únicamente con buena vida, buenos hijos y el dinero pasa a segundo término, como lo vemos con Jajamim grandes de Israel. Así mismo lo vemos en la Guemará que Rabí Janiná era muy pobre y le cayó del cielo una pata de mesa de oro, pero no lo aceptó, ya que prefirió recibir todo el pago en el Olam Habá y nada en este mundo, pero esos barriles sí fueron creados.
2. ¿Qué pasa con la gente que es malvada, que hacen muchos pecados? ¿Cómo adquieren ese vino, si no tienen barriles para recibirlo?
Muchos de los barriles que tienen esos malvados, son barriles que los Jajamim no quisieron aceptar, como lo explicamos en el punto anterior. Muchas veces hemos visto padres de familia cuidadosos de la Torá y los hijos muy alejados. Todos los barriles que hicieron esos padre y no usaron, son heredados por los hijos. A esto se le llama como Zejut Abot. Cabe mencionar, que el vino no es posible heredarlo, únicamente los barriles.
3. Si a alguien le ocurre algo malo, ¿cómo sabemos si es parte de la suerte o de la conducta?
Debemos siempre adjudicar lo que nos sucede según nuestra conducta, ya que seguramente tenemos errores en nuestra vida antes de decir que es mala suerte. Debemos primero analizar nuestra conducta y si realmente no hemos hecho ningún pecado, debemos adjudicarlo a la mala suerte, que es muy remoto que así sea. Así como pasó en la siguiente historia:
Cuenta la Guemará [6] que Rab Huna tenía guardado mucho dinero en vino, ya que era la manera de ahorrar, ya que el vino mientras más tiempo dura, sube su valor. En una ocasión, pasó que a Rab Huna se le avinagraron todos esos 400 barriles de vino que tenía.
Entró Rab Yehudá y algunos Jajamim a visitar a Rab Huna y le dijeron: Investiga sobre tus actos. Es decir, revisa cuál fue el motivo que Hashem hizo que se avinagren tus barriles.
Rab Huna les contestó: ¿Acaso sospechan que yo haya hecho algo malo?
Le dijeron a Rab Huna: ¿Acaso sospechas que Hashem haya hecho algo sin justicia?
Dijeron los Jajamim. Quien sepa algo sobre Rab Huna, que lo diga ahora.
Uno de los presentes dijo: “Escuchamos que Rab Huna no le paga bien a uno de sus empleados.
Les dijo Rab Huna: ¿Acaso le tengo que pagar bien a ese empleado? ¡Es un ratero y ladrón. ¡Todo lo que gano, él se lo roba!
Le dijeron a Rab Huna: Es lo que dice la gente, ¡que un ladrón, puede robarle a otro ladrón!
Rab Huna reconoció su error y prometió pagarle a su empleado lo que le debía.
Dice la Guemará, que en ese momento se convirtió su vinagre en vino y hay otra opinión, que dice que el vinagre subió mucho de precio y lo vendió al valor del vino.
Es lo que dice la Guemará: “Si la persona ve que le llegan problemas, que examine sus actos”. [7]
Cuentas sobre Rab Yehudá Ades que lo operaron y después de seis meses lo volvieron a operar y a los próximos seis meses lo operaron de nuevo. La gente le preguntó si tal vez era por mal de ojo, pero Rab Yehudá Ades contestó: “Tengo una lista muy grande antes de decir que fue el mal de ojo”.
Maneras para cambiar el Mazal:
[1] Masejet Shabat 156b.
[2] Bereshit 15, 5.
[3] Masejet Shabat 156a y 156b.
[4] Masejet Moed Katan 28a.
[5] Masejet Taanit 25a.
[6] Masejet Berajot 5b.
[7] Masejet Berajot 5a.
[8] Masejet Shabat 156a.
[9] Masejet Shabat 156b.