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Parashat Mishpatim-3

Parashat Mishpatim: Los Diez Mandamientos - continuación. La semana pasada, estudiamos la sección que trataba sobre la Revelación de la Torá en el Sinai.  Aprendimos que a pesar de que "sólo" diez mandamientos fueron revelados en
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Parashat Mishpatim: Los Diez Mandamientos - continuación.

La semana pasada, estudiamos la sección que trataba sobre la Revelación de la Torá en el Sinai.  Aprendimos que a pesar de que "sólo" diez mandamientos fueron revelados en ese momento, el pueblo realmente vio toda la Torá.  Cuando se les presentó la posibilidad de que D'os les explique a ellos toda la Torá en detalle, ellos fracasaron en pasar el desafío.  Esta semana, en parashat Mishpatim, el pueblo recibe muchos otros mandamientos; de hecho, el núcleo de las leyes civiles y privadas judías es presentado en esta parashá.

Al final de la parashá, Moshé es invitado a ascender al monte en función de recibir el contenido de la Revelación:

"Dijo D'os a Moshé: Asciende hacia Mí a la montaña, permanece allí y te daré las Tablas de piedra, y la  Torá y la mitzvá que he escrito para enseñarles" (24:12).

El comentario de Rashí a este versículo clarifica que el momento fue:

"Después de la entrega de la Torá" (Rashí al versículo 24:12).

Podemos entonces concluir que la secuencia de eventos fue de la siguiente manera: Moshé subió al Har Sinai por 40 días, después de la Revelación en la montaña la cual fue presenciada por todo Israel.  Pero, ¿cuál fue el propósito del ascenso de Moshé, si él ya había presenciado la Revelación?  De acuerdo al entendimiento rabínico, Moshé recibió mucho más que las "Tablas de Piedra" cuando ascendió al monte Sinai.  El versículo en sí mismo indica una Revelación más amplia:

"…y te daré las Tablas de piedra, y la  Torá y la mitzvá que he escrito para enseñarles" (24:12).

Este versículo claramente está lleno de significado.  Aparte del problema de definir cada término, existe un problema adicional: las "Tablas de piedra" parecen ser una referencia clara a los Diez Mandamientos grabados en la piedra por D'os, pero en ese caso, ¿qué son la "Torá" y la "Mitzvá", y a cuál de ellos se refieren las palabras "que he escrito"?

En el Talmud se nos enseña:

"Y dijo Rabí Leví Bar Jamá en nombre de Rabí Shimón Ben Lakish: ¿Cuál es el significado del versículo: 'Y te daré las Tablas de piedra, y la  Torá y la mitzvá que he escrito para enseñarles'?  'Las Tablas': son los Diez Mandamientos; 'la Torá': son las escrituras; 'la mitzvá': es la Mishná; 'que he escrito': son los Profetas y los ketuvim (hagiógrafos); 'para enseñarles': es la Guemará.  Esto nos enseña que todas estas cosas fueron dadas a Moshé en el Sinai" (Berajot 5a).

De acuerdo con este pasaje, el cuerpo entero de lo que nosotros llamamos Torá fue entregado a Moshé en el Sinai.  El Talmud Ierushalmi continúa esta enseñanza: aún lo que un "talmid vatik" (un estudiante establecido) preguntará algún día fue entregado a Moshé en el Sinai.

Mientras que esta enseñanza parece bastante clara y sencilla, algunas preguntas obvias surgen.  Moshé ascendió al Sinai en el tercer mes después del Éxodo, pero los Cinco Libros de Moshé - la Torá - contiene narrativas que se desarrollarán durante el curso de los próximos cuarenta años.  Podemos simplemente decir que Moshé era un profeta, y es por eso que le fue dada información que el intelecto es incapaz de captar. Más allá de que esta respuesta seguramente sea correcta, en esta instancia en particular, el conocimiento de los Cinco Libros, particularmente de la narrativa que revelará el período de 40 años, nos deja con preguntas que no son nada simples.

Por ejemplo, si Moshé hubiese tenido conciencia de los resultados desastrosos que produciría el envío de los espías ¿por qué los enviaría?  ¿Por qué Moshé golpearía la roca si sabía cuál sería el resultado?  Más aún, si supondríamos que Moshé no tenía otra opción, y tenía que "representar su papel", ¿cómo podría ser considerado responsable por sus acciones?  Es decir: La Torá consiste tanto de narrativas como de leyes; ¿cómo podemos imaginarnos que Moshé recibió la narrativa de eventos que no habían pasado aún, y no necesariamente tenían que pasar?  Si los judíos no hubiesen pecado en el desierto en el incidente de los espías, no hubiesen deambulado por el desierto durante 40 años, lo que pondría en cuestionamiento la necesidad de la existencia de todo el libro de Bamidvar.  Obviamente, la misma pregunta puede ser hecha respecto de los libros de los Profetas - Neviim y Ketuvim.  Respecto de la Mishná y el Talmud, también es difícil entender cómo Moshé pudo recibir estos documentos completos, repletos de nombres de las últimas autoridades, miles de años antes de su brit.

"Se dirigió y bajó Moshé de la montaña y las dos Tablas del Testimonio en su mano.  Tablas escritas de sus dos lados, por aquí y por aquí estaban escritas.  Y las Tablas, eran una obra de D'os; y la escritura, era una escritura de D'os, grabada sobre las Tablas" (32:15 - 16).

Aparentemente, no se hace ninguna otra referencia aparte de las Tablas de Piedra.  Asimismo, cuando Moshé descendió la segunda vez, el versículo dice:

"Y él estuvo allí con D'os cuarenta días y cuarenta noches, pan no comió y agua no bebió.  Y escribió Él sobre las tablas las palabras del Pacto, los Diez Mandamientos.  Ocurrió que al descender Moshé del Monte Sinai estaban las dos Tablas del Testimonio en mano de Moshé, al descender él de la montaña.  Pero Moshé no sabía que irradiaba la piel de su cara, cuando Él habló con él" (34:28 - 29).

Moshé no descendió de la montaña llevando el rollo de la Torá.  Entonces, ¿cuál es el significado del pasaje citado arriba, que describe el conocimiento de Moshé y la revelación como que fueron completados?

Vale la pena notar que el texto describe información adicional que le fue otorgada a Moshé:

"Después se acercaron todos los hijos de Israel y él les enseñó todo lo que había hablado D'os con él en el monte Sinai" (34:32).

Este versículo claramente indica que, quizás, en forma escrita todo lo que recibió Moshé fueron los Diez Mandamientos, mas otras cosas fueron enseñadas a Moshé, verbalmente, u oralmente.

Hasta aquí enfocamos la idea en la escuela de pensamiento que enseña que Moshé recibió todo el cuerpo de conocimiento Judío en el Monte Sinai, pero otra visión es expresada en el Midrash.  Precediendo al episodio del becerro de oro, la Torá dice:

"Le dio a Moshé, cuando terminó de hablar con él, en el monte Sinai, las dos Tablas del Testimonio.  Tablas de piedra escritas por el dedo de D'os" (31:18).

El Midrash repara en la palabra "terminó" - kejalotó":      

"¿Moshé terminó de estudiar toda la Torá?  Dice en la Torá (Job 11) que la Torá es 'más larga que la tierra y más ancha que el mar'.  ¿Moshé aprendió todo esto en cuarenta días?  Más bien, D'os enseñó a Moshé reglas (klalim).  Esto es lo que significa en el versículo la palabra 'kejalotam'" (Midrash Rabá 41:6).

El Midrash expone una imagen radicalmente diferente, implicando que Moshé aprendió las reglas generales de la Torá, y no toda la Torá en un sentido literario.  Sin embargo, no tenemos que concluir que estas dos escuelas de pensamiento se contradicen.  De hecho, ellas se pueden complementar!  La pregunta sobre el conocimiento por adelantado de los eventos, por ejemplo, puede ser respondida cuando combinamos ambas escuelas de pensamiento: Quizás Moshé verdaderamente aprendió todo el cuerpo del conocimiento judío, pero no en forma detallada; él sabía las reglas de la verdad teológica que las narrativas bíblicas enseñan, sin el conocimiento de los detalles de los eventos futuros.

Es un axioma en la Torá que todas las enseñanzas deben ser conformes con las enseñanzas de Moshé.  Si algún profeta posterior iría a contradecir a Moshé, esa enseñanza sería inválida, e incluso herética.  Todas las enseñanzas posteriores que son exactas están de acuerdo a las reglas que D'os le enseñó a Moshé en el Sinai.  Seguramente, cuando se trata de leyes prácticas, D'os le enseñó a Moshé muchos detalles, pero el Midrash Rabá enseña que en algunas circunstancias D'os le enseñó a Moshé reglas sin entrar cada aplicación de la ley que podría surgir o surgiría en el futuro.

Esta visión nos ayudará a entender lo dicho por el Rambam en su introducción a su libro Mishné Torá:

"Todas las mitzvot que fueron dadas a Moshé en el Sinai fueron dadas con explicación.  Como está escrito "Te daré las Tablas de , la Torá y el mandamiento, que Yo he escrito para enseñarlos" (24:12).  'Torá' es la Torá Oral; 'Mitzvá' son las explicaciones, somos ordenados cumplir la Torá de acuerdo a la mitzvá.  Esta mitzvá es llamada la Torá Oral.  Toda la Torá fue escrita por Moshé Rabenu, antes de su muerte, con su mano.  Una copia fue dada a cada tribu, y una copia fue puesta en el arca… La mitzvá, que son las explicaciones, no fue escrita, sino que fue enseñada a los ancianos, a lehoshúa y al resto de Israel" (Rambam; Introducción Mishné Torá).

El Rambam claramente conceptualiza el pasaje talmúdico citado anteriormente: Moshé verdaderamente recibió más que los Diez Mandamientos.  Él recibió toda la Tradición Oral, pero lo que es fascinante sobre la explicación del Rambam es que Moshé recibió la Tradición Oral en el Sinai, a pesar de que la Torá Escrita, no fue escrita hasta antes de la muerte de Moshé - mucho tiempo después de la Revelación: "toda la Torá fue escrita por Moshé Rabenu, antes de su muerte, con su mano".  La Torá Escrita como ya sabemos fue "producida" antes de la muerte de Moshé, no en el Sinai, aunque la Torá Oral, que obviamente está interconectada con la Torá Escrita, fue dada a Moshé anteriormente.  La naturaleza de la interrelación de la Torá Escrita y Oral es un tema por sí mismo, y está fuera de nuestro presente ámbito.  Sin embargo, hemos visto que Moshé descendió de la montaña con las Tablas de Piedra en la mano, solamente, pero cuando fue invitado a subir a la montaña le fue prometido mucho más.  El Bet Haleví (drashá 18, citado la semana pasada también) ofrece una increíble enseñanza: las Tablas originales escritas por la mano de D'os verdaderamente contenían más información.  Cuando recordamos el versículo que dice:

"Dijo D'os a Moshé: Asciende hacia Mí a la montaña, permanece allí y te daré las Tablas de piedra, y la  Torá y la mitzvá que he escrito para enseñarles" (24:12).

El Bet Haleví dice que las Tablas originales verdaderamente contenían toda esta información.  De acuerdo a su entendimiento, sino hubiese sido por el pecado del becerro de oro, no hubiese habido una distinción entre la Torá Oral y la Escrita.  El Midrash cuenta que cuando Moshé bajó y vio al becerro de oro, él rompió las Tablas, y las letras flotaron en dirección al cielo.  Sólo cuando las segundas Tablas fueron dadas hubo una distinción entre la Torá Escrita y la Oral.  En este momento vemos que el versículo dice:

"Y él estuvo allí con D'os cuarenta días y cuarenta noches, pan no comió y agua no bebió.  Y escribió Él sobre las tablas las palabras del Pacto, los Diez Mandamientos.  Ocurrió que al descender Moshé del Monte Sinai estaban las dos Tablas del Testimonio en mano de Moshé, al descender él de la montaña.  Pero Moshé no sabía que irradiaba la piel de su cara, cuando Él habló con él" (34:28 - 29).

De acuerdo al Ialkut Shimoní, el resplandor de la cara de Moshé fue por "el sobrante de la tinta en la pluma".  El Bet Haleví explica que "la tinta sobrante" se refiere a la que fue incluida en las primeras Tablas pero faltaban de las segundas, aludiendo a la Torá Oral.

Ahora podemos entender claramente qué son las "Tablas de piedra":

"…y te daré las Tablas de piedra, y la  Torá y la mitzvá que he escrito para enseñarles" (24:12).

De hecho, D'os había transmitido ambas, la Torá Oral y la Escrita; como resultado de nuestras propias acciones nunca recibimos la Torá en su forma completa.  Las "Tablas de piedra", entonces, se refieren a toda la Torá, escrita sobrenaturalmente sobre aquellas Tablas.

Debemos recordar lo que aprendimos en la parashá de Itró: D'os deseó dar al pueblo toda la Torá en el Sinai, incluyendo los 613 mandamientos.  Pero el pueblo se "encogió" y no aprovechó el momento.  Aquí otra vez vemos la continuación de la misma idea: D'os deseaba dar al pueblo toda la Torá directamente, pero una vez más ellos no estaban preparados.  De esta manera es que nos referimos a Shavuot como el día en que la Torá fue entregada - Iom Matán Toratenu - y no como el día en que la Torá fue recibida por el hombre - Iom Kabalat Toratenu.  De acuerdo con el Midrash, el verdadero día del recibimiento de la Torá es el día en que Moshé descendió de la montaña la segunda vez, no otro que: Iom Kipur.  El día que los judíos aceptaron la Torá es el día del perdón por parte de D'os.  Por supuesto, todos los días pueden y deben ser para nosotros  Iom Matán Torá.  El Midrash nos enseña que siempre tenemos que recordar el Sinai y ver cada día como si fuera el día que la Torá fue entregada (Pesiktá 6:6).  Más aún, debemos ver cada día como el día que la Torá será recibida por nosotros.  Esa fue la intención original de D'os: que Él nos entregue toda la Torá, y que nosotros la recibamos, y la vivamos.  Porque recibir verdaderamente la Torá provoca el perdón y la elevación.



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