En la parashá de la semana pasada comenzamos a estudiar la relación entre Koraj y la parashat Tzitzit, el último tema de la parashá Shlaj.

Koraj sostenía que no había castigo por no cumplir las leyes de la Torah en el desierto, lo que se demostró que era en un error cuando el leñador, que transgredió el Shabat, fue condenado con la pena de muerte.

Koraj sostenía que todos los yehudim eran KEDOSHIM -santos, sólo por el hecho de haber escuchado la voz de HASHEM en el monte Sinaí. y por eso nos dice la Torah que antes de que leamos sobre las ideas de Koraj en la parashat de Tzitzit, VE ASITEM ET KOL MITZVOTAY VIEYITEM KEDOSHIM - y cumplirás todos mis preceptos y entonces te santificaras, este pasuk nos viene enseñar que solamente por medio del cumplimiento de las mitzvot podemos adquirir santidad, y no simplemente por el hecho que somos yehudim.

Realmente la única diferencia entre un yehudi y un gentil, es que el yehudi tiene un recipiente para recibir y acumular santidad y con ello acercarse cada vez más y más a la divinidad. A esa cercanía la llamamos KEDUSHA, y este recipiente lo adquirimos en el monte Sinaí, cuando nos hcnvertimos el pueblo de HASHEM.   El gentil no tiene este recipiente espiritual, por lo cual su cercanía al Creador nunca cambia radicalmente como cambia en un yehudi cuando cumple las mitzvot.

Por otro lado, por el mismo hecho que un yehudi tiene este recipiente espiritual para recibir santidad, si  no cumple con las mitzvot este recipiente se impurifica con todo tipo de impurezas,  como está escrito en la Torah  cuando los hermanos de Yosef lo tiraron al pozo, la Torah nos dice que el pozo estaba vacío, sin agua, y nos explica Rashi, “agua no hay, serpientes y escorpiones si hay”, y como es sabido, las serpientes y los escorpiones representan las impurezas del mundo, y el agua simboliza la Torah, por lo cual comprendemos que cuando el alma no se llena de Torah, se llena de impurezas. En cambio el gentil, como nació se quedó, ya que tampoco puede impurificarse más de lo que está.

De esto también podemos entender que los que hoy en día, como en los tiempos de Koraj, pregonan que todo yehudi es kadosh, es santo, se están uniendo asu grupo, que tenía como objetivo enfriar la presencia divina en el pueblo de Israel. Esta es la razón por la cual su nombre era Koraj, que también se puede leer como KERAJ, que significa hielo, ya que al predicar que los yehudim somos santos sin cuidar las mitzvot, el resultado automático es, ¿para qué tengo que hacer el esfuerzo de cumplir mitzvot si estas no cambiaran mi estatus?, además que esta conducta sólo conseguirá que cada vez nos alejemos más de la divinidad al llenarnos de impurezas.

Más adelante en nuestra parasha cada representante de las 12 tribus entregó su báculo a Moshe, para que HASHEM les revelara quién era el elegido para cumplir con el servicio diario de la presentación de las ofrendas. ¡Fue el bastón de Aharon el que brotó floreció y dio frutos!

 Cabe preguntarse por qué HASHEM no hizo directamente que sólo el bastón de Aharon diera su fruto, sin todo el proceso de brotar, florecer y dar el fruto. Contestan los comentaristas que esto fue para que todo el pueblo supiera que la grandeza de Aharon, no había llegado a su grandesa con un solo paso, sino que fue un proceso lento tal como el del  árbol hasta que da su fruto, y de esta manera sepamos que el camino para adquirir santidad y acercarnos a HASHEM es lento, y depende de un trabajo constante y persistente con altos y bajos, pero al final veremos los frutos cuando nuestra alma este llena de la santidad de HASHEM.

Shabat Shalom

Rabbi Haim Yehuda Israel