Rav Iehuda Appel
Pensamientos

Parashat SHEMOT-18

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Moshé y la Zarza Ardiente 

Éxodo 1:1 - 6:1

En su novela, "Instrucciones para un Descenso al Infierno", Dorris Lessing señala que la percepción depende mayormente de lo que nosotros esperamos percibir. El personaje en su novela observa que ejércitos enteros de ángeles pueden volar a través de la persona, pero si esa persona no esperaba un fenómeno como ese, probablemente no lo notará.

Los comentaristas de la Torá señalan este mismo punto al preguntar por qué la Biblia, al presentarnos a Abraham, aparentemente no habla de sus virtudes. ¿Por qué no se nos dice lo que hizo que Abraham sea merecedor de tener una relación tan cercana con D'os?

La respuesta es que la Torá realmente nos está hablando sobre la grandeza de Abraham sólo por el mero hecho de que Abraham escuchó el llamado de D'os. A pesar de que D'os habló con muchos, sólo Abraham pudo percibir Sus palabras.

Hay muchas discusiones entre los comentaristas de la Torá respecto de la razón por la cual D'os escogió la visión de una zarza ardiente para iniciar Su contacto con Moshé.

Rashí ve la zarza ardiente como un símbolo de la presencia protectora de D'os durante los tiempos en que los judíos pasarán por "ardientes dificultades". Así como la zarza se mantiene porque D'os mantiene su existencia, así también D'os mantendrá la supervivencia del pueblo judío en tiempos de necesidad.

Rabenu Bejaié ofrece dos interpretaciones adicionales. Él cita el Midrash que muestra que la palabra hebrea para zarza (sné) tiene la misma raíz que la palabra hebrea "Sinai". Entonces, este Midrash ve a la zarza ardiente como un símbolo del fuego que arderá en la cima del Monte Sinai durante la entrega de los Diez Mandamientos.

En otro nivel, Rabenu Bejaié sugiere que la imagen de la zarza ardiente es un paradigma de toda la realidad física. Puesto que el mundo físico es un producto de una creación espiritual de D'os, es lógico asumir que el universo físico será consumido por la poderosa y abrumadora corriente espiritual que emana de D'os. Es por eso que, la continuidad de la existencia de todo el universo físico es muy parecida a la continuidad de la existencia de la zarza ardiente. A través del simbolismo de la zarza, D'os mostró Su aseguramiento de que mantendrá al mundo.

Quizás la observación más asombrosa fue hecha por Rabí Obadiá Seforno. Él dice que en la zarza, Moshé estaba recibiendo un nivel de profecía menor del que recibiría años después. El pensamiento judío sostiene que había una crucial diferencia entre la profecía de Moshé y de los otros profetas. Mientras que los otros profetas recibían los mensajes de D'os en forma de imágenes que tenían que ser subsecuentemente interpretadas, Moshé escuchaba las palabras de D'os directamente sin la necesidad de imágenes. Sin embargo, la zarza ardiente es la única excepción a esta regla, y puede sugerir que la percepción espiritual de Moshé aún necesitaba desarrollarse.

Los Tosafot, en el libro Daat Zekenim, también notan que una zarza no puede ser usada para la idolatría y es así que Moshé escuchó la voluntad de D'os de un medio que estaba libre de polución espiritual.

Otros Midrashim ven a la zarza como una señal de humildad, señalándole a Moshé que D'os mora con el que es verdaderamente humilde. Así como la zarza ardiente es un símbolo de humildad, pero lleno de posibilidades que van más allá del orden natural, así también las profecías de Moshé estarán más allá de lo que él podía percibir espiritualmente en ese preciso momento… elevándolo hacia alturas que ningún otro ser humano podrá jamás alcanzar en la historia.