Kábala significa literalmente "tradición" o "transmisión".
Se le dio ese nombre porque ha sido transferida de una generación a otra y de rabinos a estudiantes. La Kabalá contiene los aspectos más profundos de la Tora, incluyendo los misterios y secretos de D\'s, del hombre, del alma y de todo el universo.
En los tiempos modernos los judíos se han sentido fuertemente atraídos por la Kabalá. Al entrar a algún centro de aprendizaje judío como sinagogas. Yeshivot o Kolelim, lo primero que pregunta es "¿dónde puedo estudiar la Kabalá?" Muchos creen erróneamente que así podrán comprender por medio de una vía inmediata los secretos más recónditos del universo. Sin embargo, en realidad sólo quien haya profundizado en los conocimientos del Talmud, el Ta"Na"J, la Halajá y otras áreas de la Tora podrá sumirse en la Kabalá, y estar tanto técnica como espiritualmente preparado para ello. Por lo tanto sólo podrán acceder a los conocimientos de la Kabalá los grandes sabios y eruditos de nuestra generación.
No obstante, el principiante tiene la posibilidad de analizar parte del pensamiento kabalístico. Y aunque esto es sólo una pequeña fracción de la Kabalá, le permitirá adquirir gran conocimiento.
Basaremos nuestra explicación en un clásico de Rabbí Moshé Jaim Luzzato (destacado kabalista del siglo XVIII que vivió en Italia): Dérej Hashem (El camino de D\'s). El "RaMJaT", nombre que se le da actualmente, sobre la base de las siglas de su nombre, escribió muchos libros sobre distintos niveles de kabalá. desde un nivel básico hasta alcanzar niveles mas complejos y sublimes. "Dérej Hashem" es un libro apto para principiantes y es por ello que fundamentaremos nuestras respuestas en él.
Una de las primeras interrogantes que se plantea RaMJa"L en Dérej Hashem es "¿por que creó D-'s el universo?". Después de todo, ésta es una de las preguntas básicas que nos hacemos sobre la existencia humana y tiene una profunda influencia en todas las generaciones. Según el punto de vista judío, D\'s es Perfecto y no carece de nada. ¿Por qué creó entonces, el universo? ¿Que provecho podía sacar D\'s de la existencia de la Tierra y del Sol? ¿Y mas aun con la creación del hombre?
Según la Kabalá, D-'s creo al mundo para otorgar Su bien a otros seres, es decir, para compartir Su bien con su creación y complacerla. Si analizamos esta afirmación en la Kabalá vemos que tiene un sinnúmero de ramificaciones. La Kabalá asevera que todo lo que existe en nuestro mundo es una forma de "bien", porque es para ello que fue creado el universo.
Sin embargo, al profundizar en este concepto vemos que es muy difícil comprenderlo.
Primero
¿Cómo podemos decir que todo en este mundo representa el "bien" cuando hay tanta maldad a nuestro alrededor? ¿Podemos acaso considerar a Adolf Hitler o a Saddam Hussein como una personificación del bien?
Segundo
¿Con qué tipo de "bien" o placer exactamente quiso D\'s agraciarnos? ¿A qué nos referimos al emplear el término "bien"?
En Dérej Hashem, el "RaMJa"L" da una respuesta exacta a estas interrogantes basándose en el pensamiento Kabalista. Sostiene que fue necesario crear el mal para que el hombre pueda tener una "libre elección" de su propio destino moral. Así puede escoger entre el bien y el mal e idear su propia realidad moral. Si sólo existiese el bien en el mundo, el hombre sería un títere en manos de D\'s y no podría hablarse en verdad de "libre elección". Por lo tanto, es necesario el enfrentamiento con el mal para poder luego tomar decisiones conscientes.
Pero esta aseveración desencadena otra (¡créanlo o no todas estas preguntas nos llevarán finalmente a una conclusión!), "¿por qué debemos sufrir en un mundo con tanta maldad sólo para permitir al hombre tener libre elección? ¿Es esto algo tan importante como para pagar un precio tan alto por poseerlo?"
Aquí "RaMJa"L" nos da la posibilidad de vislumbrar la luz de la Kabalá. Afirma que la libre elección ayuda al hombre a ser en cierto modo independiente, puesto que puede crear su propia realidad moral, su propio ser. Puede convertirse en un gran sabio o erudito, en una persona recta y honesta o en un criminal, bruto y corrupto. Al tener libre elección su destino estará en sus propias manos. Como el hombre disfruta de este grado de libertad e independencia, podríamos decir que se asemeja de alguna manera a D s.
Ambos tienen independencia, ambos tienen su propia creación. Ahora bien, esto no significa que el hombre es D\'s mismo o posee sus poderes. Pero en ese solo punto ambos comparten el mismo poder: la libertad absoluta de elección y creación. En todos los demás aspectos, el hombre es radicalmente distinto a D\'s, y estas diferencias aparecen enumeradas en la Kabalá.
De hecho, en la Tora se especifica esta semejanza que existe entre el hombre y D\'s: "Y D\'s creó al hombre a Su imagen..." (Bereshit 1:27).
Este verso alude claramente a la libre elección e independencia del hombre, porque es el único punto que comparten y, por ende, puede hablarse de "imagen de D\'s". Muchos han interpretado erróneamente estas palabras en el curso de nuestra historia, pero la Kabalá nos revela su verdadero significado.
Al poseer estas dos características, el hombre se distingue de los otros seres de la creación. Plantas, piedras, tierra, estrellas y nubes pueden difícilmente optar por un pensamiento libre e independiente. Incluso los animales actúan de acuerdo a su instinto, lo que para nosotros difiere de los que llamaríamos "moral". Los animales son capaces de elegir, pero no con un sentido humano consciente. No veremos nunca a un animal escribir un clásico sobre moralidad y justicia. ¡De eso estoy seguro! El hombre es el único de entre todos los seres creados que tiene el poder de discernir y escoger entre el bien y el mal.
Con esto podemos entender ahora que el mal no sería más que una creación de D\'s para beneficio de la humanidad. Esto permite al hombre asemejarse a Él, es decir, ser en cierto modo libre e independiente. El párrafo bíblico siguiente expresa claramente este concepto de maldad: "Y vio D\'s todo lo que había hecho y he aquí que era muy bueno..." (Bereshit 1:31).
Es importante recalcar que todos los demás días de la creación son considerados "buenos", pero no "muy buenos". Esta descripción sólo es válida para el día sexto, día en que fue creado el hombre. Según el gran comentarista y kabalista "RaMJa"L" esta clasificación de "muy bueno" alude a la capacidad que tiene el hombre de hacer el mal. (RaM"BaN, comentario a la Tora).
Por lo tanto, vemos que la existencia del mal no contradice nuestra premisa inicial de que el mundo entero fue creado para conceder el bien a la humanidad. El mal es absolutamente necesario para lograr el bien porque permite al hombre ser independiente y asemejarse a D\'s.
Pero aún no contestamos nuestra segunda pregunta: "¿A qué nos referimos con el término "bien"? ¿En qué consiste ese bien que D\'s quiso deparamos?
Dérej Hashem nos entrega una respuesta lógica. Si D\'s creó al mundo para otorgar el bien al hombre, quería que éste gozara del bien más sublime que se pudiese lograr. Si analizamos todos los aspectos de la creación vemos que todos carecen de algo: las plantas y los animales. de inteligencia: los paisajes naturales, de movimiento e inteligencia: y el hombre, de perfección porque puede hacer el mal. Lo único realmente perfecto e íntegro en nuestro universo es D\'s. Por lo tanto, como D\'s deseaba conceder al hombre la mayor expresión del bien, qué mayor placer que permitirle tener acceso a Él, conocerlo y establecer una relación con Él, permitiéndole así vislumbrar el bien más sublime y la perfección.
Con esto logramos ahora sintetizar la explicación de "RaMJa"L" acerca de la existencia del mal en el mundo. Cómo se creó el universo para que el hombre disfrutara del bien más sublime y tuviese acceso a su Creador, ambos deben tener puntos en común que les permitan conocerse y estrechar su relación, del mismo modo como dos personas cuando quieren entablar una amistad. Y como el mal permite al hombre asemejarse a D\'s, también lo ayuda a establecer esa relación con su Creador. Por lo tanto, vemos que la existencia del mal representa una parte del bien más sublime que D\'s concedió al hombre cuando creó el mundo.
Basándonos en la obra kabalística Dérej Hashem, les hemos explicado algunos de los conceptos básicos más profundos de la existencia humana, analizando dos grandes interrogantes: "¿Por qué D\'s creó el universo?" y "¿por qué existe el mal?"
En este artículo hemos permitido que un ínfimo rayo de luz de la Kabalá ilumine nuestro pensamiento
Aclaración de los editores de judaismohoy.com
¿Cuándo y quién puede estudiar Kabalá?
Los grandes cabalistas escribieron que sólo tiene permitido estudiar kabalá quien sea un sabio de la Torá, es decir, alguien que realmente tiene veneración del Nombre de D\'os, y que ya sabe muy bien todas las partes del judaísmo, como ser la Torá, el Tanaj (Biblia), el Talmud y todas las leyes, y también las cumple.
Y así ha sido codificado en el gran código legal "Shulján Aruj": la persona no debe estudiar kabalá hasta que no sepa bien el resto de la Torá como ser la Mishná, el Talmud, etc. (Ramá Ioré Deá 246:4)
Véase además, lo que ha escrito Rabí Moshé Iserles (1540 - 1573) en su libro"Torat Haolá":
"Todavía no he encontrado en esta generación una persona que sepa realmente kabalá, pues a pesar de que muchas personas de entre los mediocres del pueblo se dedican a estudiar kabalá por cuanto que ella es llamativa, la kabalá verdaderamente es muy difícil de entender sin un maestro que la enseñe (después de que él mismo la haya recibido de otro). Aún más, incluso personas de trabajo que no saben nada de Torá y se encaminan todos sus días por la oscuridad, que ni siquiera saben los comentarios de Rashí sobre la parashá de la semana se ponen a estudiar kabalá, y no sólo eso sino que enseñan kabalá en público!!! Sin lugar a dudas ellos deberán rendir cuentas delante de D\'os por ello" (parte 3 cap. 4).
Respecto de la responsabilidad que conlleva el estudio de la kabalá encontramos que el autor del libro de preguntas y respuestas "Shoel Venishal" en nombre de los cabalistas escribió que quien no ha profundizado en su estudio del Talmud y aún no ha aprendido a estudiar la Torá como corresponde, fácilmente llegará a equivocarse al estudiar kabalá, y al entender erróneamente los conceptos corre el peligro de llegar a causarse a sí mismo un grave daño espiritual (parte V, Ioré Deá cap. 118).
Además, el mismo Rabí Jaim Vital (MAHARJU ZZ"L)en la introducción al libro "Séfer Hahakdamot" ha escrito que así como denota la palabra "kabalá", que significa "recepción", el alumno debe estar completamente seguro de que el maestro es un gran sabio de la Torá, que tiene un buen renombre, que tiene buenas cualidades como persona, y que además conoce a la perfección todos los secretos de la kabalá.
En conclusión: Solamente quien haya estudiado muchos años la Torá y el Talmud, y cumpla los mandamientos de D\'os y todas las leyes del Shulján Aruj con verdadera veneración del Nombre de D\'os puede comenzar a dedicarse al estudio de la kabalá estudiando con un maestro que sea un gran sabio de la Torá en todos los aspectos y esté coronado con buenas midot (cualidades). Y por supuesto que está prohibido llamar a las personas en forma masiva y pública para que vayan a estudiar kabalá, y con mucha más razón si los que la enseñan no son renombrados Rabinos sino "Doctores o Profesores de kabalá" que ni siquiera cumplen los mandamientos de D\'os. La regla general es que quien habla mucho de kabalá realmente no sabe demasiado del tema, pero quien verdaderamente sabe de kabalá no habla de eso con otras personas.