Rav Avigdor Miller habla sobre regocijarse cuando el enemigo cae
Pregunta:
¿Cómo explicamos “Cuando cae tu enemigo no te alegres” ? (Mishlei 24:17)?
Respuesta:
Cuando tropiece, vuestro corazón no debe alegrarse,– no sea que Hashem vea y sea malo ante Sus ojos,– y Su ira se la devolverá a él.
Eso es sólo con tu enemigo, quiere decir, que el hombre que tiene una tienda de gangas frente a ti y el es tu competidor. Pero si es el enemigo, digamos, si un hombre que tiene un color diferente te persigue con un cuchillo y sus intenciones son muy crueles, como las pueden ser, y mientras corre tropieza y cae y para hacerlo aún mejor, se cae en el extremo del cuchillo, clavándose la punta del cuchillo. Y entonces, si saltas y gritas de alegría, no estás haciendo nada más de lo que se espera que hagas. En esto no se aplica lo que dice en Mishle, tu alegría es por que te salvaste del perseguidor.
El “enemigo” significa un compañero de la ieshivá que está sentado al otro lado del pasillo, y que está golpeando el pupitre y diciendo pilpulim discusiones talmúdicas, y tu que eres un tipo tranquilo y no puedes estudiar bien en el beit hamedrash—la casa de estudio. Tu enemigo es el tipo que finalmente se casó con una chica con la que querías casarte tu. El enemigo significa el hombre del templo que será elegido presidente en lugar de ti.
Y supongamos que el gabbai envía a un hombre al amud para ser jazan, para rezar delante de la congregación, para rezar cuando usted quería hacerlo y comete un gran error, no te regocijes por su error. Ahora bien Si tu compañero de ieshivá comete un error al decir un dvar Torá, no te regocijes. Si su competidor del otro lado de la calle comete un error y compra mercancías que no puede vender, no te regocijes. No te regocijes por la desesperación o el fracaso de tu enemigo.
Pero esto no se refiere a reshaim gemurim—gente malvada, donde no hay duda de que regocijarse es una mitzvá. No sólo es una mitzvá regocijarse: si fueras capaz no sólo de regocijarte por la caída de este hombre, si fueras capaz de derribarlo y tú mismo pudieras atravesarlo con la daga, sería una gran mitzvá.
¿Dices que no deberías alegrarte? Deberías atravesarlo tú mismo con la daga. ¿Cuál es la pregunta acerca de regocijarse allí?
Tienes que saber, como se dice en yiddish, vu ein vu ois . Hay que saber dónde aplicar estas cosas. Sólo para tomarlo como una norma, y decir: no te regocijes. Es acaso aplicable cuando un enemigo asesino tomó el veneno, ¿acaso no deberías alegrarte? Cuando Amán fue ejecutado, ¿no deberías alegrarte? Y cuando caen los enemigos de Israel, ¿acaso no deberías alegrarte? ¡Por su puesto que tienes que hacerlo!