Estoy consternado y entristecido por la pérdida de tantas vidas.Nunca esperamos una tragedia y por eso estamos conmocionados. No me siento menos triste cuando leo sobre los muertos y heridos en Israel o en cualquier otro lugar. Necesitamos aprender de estas tragedias para valorar nuestras vid

Estoy consternado y entristecido por la pérdida de tantas vidas.Nunca esperamos una tragedia y por eso estamos conmocionados. No me siento menos triste cuando leo sobre los muertos y heridos en Israel o en cualquier otro lugar. Necesitamos aprender de estas tragedias para valorar nuestras vidas y aprovechar al máximo nuestro tiempo.

Una idea: nunca salgas de casa sin decirle a tu esposa, a tus hijos o a tus padres que los amas, ni siquiera al final de una llamada telefónica. 

Recuerdo que hace varios años, después del ataque del 11 de septiembre del año 2001, se escribieron muchos artículos sobre llamadas telefónicas realizadas desde aviones y desde las Torres Gemelas. Casi todas las llamadas terminaban con “te amo” o “dile a mi esposa, a mis padres, a mis hijos que los amo”.

Pero ¿Por qué esperar hasta que los acontecimientos nos obliguen a centrarnos en lo que es lo más importante en nuestras vidas? ¡Díselo hoy y díselo a menudo! Así como dice el proverbio: ¡Suficiente amor es siempre un poco más de lo que una persona ya recibe!

También debemos aprender a ser sensibles al dolor de los demás y hacer todo lo posible para aliviarlo. ¿Quién necesita nuestra ayuda? ¿Quién necesita comida o quién necesita un amigo?

Para responder a esta pregunta, me gustaría traer un extracto del libro “Begin Again Now”—comienza ahora nuevamente- una enciclopedia de estrategias para vivir, escrito por mi amigo, el rabino Zelig Pliskin:

"Tu capacidad para afrontar bien el sufrimiento y crecer a partir de él es un elemento clave en la calidad total de tu vida. Alguien que no puede manejar bien el sufrimiento normalmente sufrirá, no sólo mientras se encuentra en una situación dolorosa, sino incluso después, esos recuerdos pueden causarle dolor. También puede preocuparse por el sufrimiento potencial. Dado que es una experiencia de vida inevitable, dominar la capacidad de crecer a partir del sufrimiento es una de las habilidades más importantes para una alta calidad de vida.

"Una de las mayores dificultades al aceptar las desgracias es que una persona no las espera y se sorprende cuando ocurren.  Si estás preparado de antemano para afrontar una desgracia que pueda suceder, el grado de sufrimiento disminuirá considerablemente.

Encuentra significado al sufrimiento. Si bien esto no eliminará toda la angustia, definitivamente hará que la carga sea más ligera. El sufrimiento puede enseñarte lo que es realmente importante. Puede ponerte más en contacto con tus valores más elevados y motivarte a vivir de acuerdo con ellos. 

El sufrimiento puede ayudarte a desarrollar tu carácter de una manera que ni la buena suerte puede ayudarte. El sufrimiento puede enseñarte humildad y compasión.

"¿Cuáles son las actitudes de las personas que son capaces de afrontar excepcionalmente bien el sufrimiento?:

1) Son conscientes del amor que El Creador tiene por ellos. Si en su amor siente que esto es lo que más necesitan para su misión en la vida, es para elevarlos, para purificarlos y para alcanzar su máximo potencial espiritual, aceptando su voluntad.

2) Experimentan tanta alegría por estar vivos que su alegría supera cualquier angustia o sufrimiento.

3) Han dominado la capacidad de percibir cada acontecimiento de la vida como una oportunidad para crecer espiritualmente.

4) Consideran que su sufrimiento es significativo, de la misma manera que un campeón olímpico verá el dolor físico del ejercicio como un precio significativo para lograr su objetivo.

5) Son capaces de dominar su mente y entrar mentalmente en estados alterados de conciencia.

6) Ven este mundo como temporal.

7) Ven el sufrimiento como el máximo desafío a su fuerza interior y están totalmente motivados para crecer a partir del desafío.

En Israel tenemos un dicho: El "tamaño" de la desepción depende del "tamaño" que le diste a las esperanzas.