Rab Ari Kahn
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Parashat Tetzave-3

Parashat Tetzavé: ¿Dónde está Moshé?. La parashá de esta semana comienza con una clase de diálogo diferente de lo que se acostumbra generalmente en la Torá: "Y tú ordenarás a los hijos de Israel y qu
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Parashat Tetzavé:

¿Dónde está Moshé?.

La parashá de esta semana comienza con una clase de diálogo diferente de lo que se acostumbra generalmente en la Torá:

"Y tú ordenarás a los hijos de Israel y que te traigan aceite de olivas machacadas, puro, para el alumbrado, para encender lámparas, siempre" (27:20).

En lugar del familiar "Y D'os habló a Moshé diciendo…", la Torá simplemente dice "Y tú…".  Todos los comentaristas clásicos han ignorado esto (con excepción del Baal Haturim que trae al libro del Zohar sin citarlo), pero el Zohar, en el Midrash Neelam, nota la diferencia de lenguaje empleada y provee una explicación:

"Y ahora, déjame, y que se encienda Mi enojo contra ellos y los mataré, y haré de ti un pueblo grande" (32:10).

No sólo que Moshé rechazó la oferta, sino que estaba dispuesto a todo en su intento valiente de salvar a su pueblo:

"Y ahora, si perdonarás el pecado de ellos…y si no, bórrame ahora de Tu libro, el que has escrito" (32:32).

"Y ahora, si perdonarás el pecado de ellos…y si no, bórrame ahora de Tu libro, el que has escrito" (32:32).  Esta es una maldición condicionada, y D'os pasó por alto la obligación de Moshé.  Sin embargo, Moshé fue removido de una sección de la Torá, [nombrando], los mandamientos respecto del Mishkán.  ¿En qué parashá fue esto?  "Veatá Tetzavé", lo que tendría que haber contenido el nombre de Moshé en cada una de las palabras, y en cada uno de los mandamientos.  Pero su nombre fue sacado de toda la parashá, la cual no lo menciona.  Este es un ejemplo de la maldición de un sabio (que se cumple) aún cuando es condicional.  (Midrash Neelam Shir Hashirim maamar 4).

El Zohar nos enseña que D'os le tomó la palabra a Moshé, aunque sólo fue parcialmente, en su "oferta" de ser borrado del Libro.  De acuerdo con esta visión, parecería que nuestra parashá continúa el episodio del becerro de oro cronológicamente, a pesar que en la Torá la secuencia es revertida.  Por otro lado, uno puede decir que esta sección fue escrita con el nombre de Moshé, y luego el nombre fue borrado por el requerimiento de Moshé.  En cualquier caso, debemos preguntar ¿por qué específicamente de esta parashá es que fue quitado el nombre de Moshé?  Esta pregunta puntualiza especialmente la conexión única de Moshé con esta parashá, acentuada por el Zohar que citamos anteriormente:

"…¿En qué parashá fue esto?  "Veatá Tetzavé", lo que tendría que haber contenido el nombre de Moshé en cada una de las palabras, y en cada uno de los mandamientos…".

El tema principal de la parashá es la elección de Aharón y su familia como Cohanim.  Esta elección no está justificada ni explicada; la Torá cuenta simplemente que Aharón ha sido elegido como Cohen.  Una vez más volvemos a la pregunta de la cronología: ¿esta sección sigue después del episodio del becerro de oro o lo precede?  Si el caso es el último, ¿por qué Aharón, que pecó en el becerro de oro, fue recompensado con esta elección tan exaltada, y casi toda la parashá fue dirigida a él y a sus hijos, mientras que a Moshé, quien desesperadamente trató de salvar la vida de su pueblo, le removieron su nombre de la parashá?  Verdaderamente, ¿por qué fue Aharón elegido para ser Cohen y no Moshé?  Los antecedentes de Aharón tendrían que haberlo descalificado para cumplir con un rol tan sagrado.

Otra vez, ¿por qué fue Moshé "borrado" de esta sección?  ¿Fue debido a una deficiencia en Moshé?  Quizás analizando otra "deficiencia" más conocida podremos entender la exclusión de Moshé.

La Torá nos cuenta que Moshé sufría de algún tipo de impedimento del habla.  El Maharal pregunta si el problema de Moshé con el habla realmente implica algún tipo de incapacidad o limitación, y luego analiza el poder del habla en sí mismo.  En el libro Guevurot Hashem (pag.112), el Maharal explica  que el habla es un acto físico que indica ser parte de la raza humana.  En la creación, la Torá describe al hombre transformándose en "nefesh jaiá", un alma viviente.  El Targum traduce Nefesh jaiá como "ruaj memalelá" (espíritu que habla).  El poder del habla es uno, por no decir el atributo que define a la humanidad.  La inhabilidad de Moshé para hablar no se debía a una limitación, sino que a un exceso o abundancia: Moshé fue de alguna manera, más que una persona normal.  Él estaba por encima del nivel del ruaj memalelá, y es por eso que su habla no estaba en el mismo nivel que la de otros mortales.  Junto con estas líneas, el Talmud y el Midrash explican la preparación de Moshé para ascender al monte Sinai como seis días en los cuales la comida fue purgada de su cuerpo hasta que Moshé llegó a ser "…como los ángeles del cielo" (Avot Derabi Natán, cap.1).  Aquí también nosotros podemos aprender que Moshé se encontraba en un plano diferente, apartado de las limitaciones espirituales y físicas, las cuales son los límites de nuestra normal existencia.

El Maharal (Drush para shabat Teshuvá 82b) explicó el pasaje en el Talmud en el cual está descripto cómo un ángel enseña toda la Torá en el útero, y luego toca la boca del niño en el momento del nacimiento, causándole que se olvide toda la Torá que le enseñó (Nidá 30b). El niño entonces pasa por un proceso de metamorfosis de una existencia espiritual a una física,  porque a pesar de que el niño que nace después de todo este proceso es un ser físico completo, como se evidencia con el poder del habla, la experiencia puramente espiritual que tuvo lugar antes del nacimiento no puede coexistir con el ser físico.  Las raíces espirituales puras del hombre están arraigadas en el conocimiento completo de la Torá antes del nacimiento.  En el nacimiento, cuando la existencia física reemplaza esta existencia espiritual pura, el habla se hace el dominio del hombre.  Cuando el habla comienza, el conocimiento de la Torá se disipa y desaparece.

Sin embargo, Moshé se encontraba en un plano diferente, no limitado a lo físico de la misma manera que otros mortales.  Él trascendía ese nivel, y es por eso que no tenía ese indicador de la existencia física.  Él no podía hablar; él estaba por encima del habla.  Pero él poseía toda la Torá como ningún otro mortal podría tenerla.  Moshé había alcanzado el estatus exaltado de un alma anterior a su nacimiento, en su estado más puro.

La parashá Tetzavé comienza con el aceite que se necesitaba para encender la Menorá, y continúa con la elección de Aharón, y con las vestimentas y el equipamiento de los Cohanim y el Cohen Gadol.  El final de la parashá describe el ketóret, un tipo de incienso que se usaba en el Templo.  El Talmud enseña que el propósito del ketóret era expiar el pecado de lashón hará:

"Fue enseñado en la escuela de Rabí Ishmael: ¿para qué (pecado) el ketóret trae expiación?  Lashón hará.  Que algo que fue hecho en secreto sea expiado a través de algo que sea hecho en secreto". (Iomá 44a).

Ahora podemos entender por qué Moshé no fue el Cohen Gadol que traía el ketóret, que se relaciona con lashón hará (el hablar mal, malas lenguas): Moshé trascendía al habla.  Más aún, el Maharal explica que en Iom Kipur un ketóret especial de los materiales más finos era ofrecido.  Este fino ketóret expiaba el pecado de "avak lashón hará" (literalmente: polvo de lashón hará), una prohibición que prácticamente todos los humanos transgreden.  En Iom Kipur cuando queremos alcanzar el nivel espiritual de los ángeles, nos preocupamos incluso de "avak lashón hará".  Esto claramente no era parte de la realidad de Moshé.  En Iom Kipur nosotros no comemos ni tomamos; intentamos ser como ángeles.  Moshé ya estaba en ese nivel.  Él había pasado un extenso período de tiempo sin comida ni bebida.  Moshé no usaba mal el habla.  Moshé había alcanzado el nivel espiritual que otros aspiraban a alcanzar en Iom Kipur.  Él no requería el proceso de elevación espiritual que todos los otros necesitaban pasar en Iom kipur; pero Aharón sí.

Ahora podemos retornar a nuestra pregunta. ¿por qué D'os no borró a Ahorno de su Libro o por lo menos de su rol?  La elección de Aharón estaba de alguna manera entremezclada con su comportamiento durante el episodio del becerro de oro.  El Talmud describe la escena:

"Y cuando Aharón lo vió, él construyó un altar ante él".  ¿qué vió él realmente? - Rabí Biniamín Ben Jafet dice, citando a Rabí Elazar:  Él vió a Jur asesinado ante él y dijo (para sí mismo): si yo no les obedezco, ellos harán conmigo lo que hicieron con Jur, y entonces se cumplirá [el temor del] profeta, ¿serán asesinados en el Santuario de D'os el Sacerdote y el Profeta? Y ellos nunca encontrarán perdón.  Es mejor que adoren al becerro de oro, por lo cual podrán, quizás, encontrar perdón a través del arrepentimiento" (Talmud Sanhedrín 7a).   

Aharón vió el asesinato de Jur, e inmediatamente pensó en las implicaciones de un acto similar perpetrado sobre él.  Su preocupación no fue personal, por su propio bienestar, sino por el futuro espiritual de su rebaño.  Aharón entonces decidió llevarlos hacia esta idolatría.

El maestro jasídico Rav Tzadok Hacohen de Lublin se expandió en esta idea, con un agregado crucial: Rav Tzadok vió la postura proactiva de Aharón en la rebelión ritual como más entusiasta de lo que necesitaba ser.  Después de que Aharón presenció el asesinato de Jur, él rápidamente decidió que era preferible que él peque, y que el pueblo entero no sea culpable de ambos pecados, su asesinato y luego la adoración del becerro.  Aharón decidió que iba a ser mucho mejor para el pueblo judío si él - individualmente - era culpable, contrariamente a una culpa colectiva.

Aharón estaba dispuesto a sacrificar todo por su pueblo, tanto en este mundo como en el venidero.  El único problema con este tremendo acto de heroísmo y autosacrificio fue la idolatría que había de por medio, a pesar de las buenas intenciones.  Las intenciones de Aharón necesitaban ser canalizadas nuevamente.  Aharón necesitaba expresar el gran amor por el pueblo de Israel y por D'os a través del servicio Divino dentro del Templo.  Rav Tzadok Hacohen de Lublin explicó que Aharón no fue Cohen Gadol a pesar del becerro de oro, sino que a causa del becerro de oro! (Takanat Hashavim pag. 20).  Esta es una aplicación del principio talmúdico que dice que la teshuvá motivada por el amor a D'os hará que un pecado se convierta en mérito.  Por esta razón toda la parashá trata sobre Aharón y no sobre Moshé: Moshé estaba más allá del rol de Cohen.  Moshé se había unido con la Torá completamente hasta transformarse en uno con ella.  En la palabras del Zohar: seguro que cada palabra y cada mandamiento debería haber estado a nombre de Moshé.  Seguramente, Moshé merecía liderar al pueblo y ser Cohen Gadol, pero Moshé personalmente no necesitaba que su alma sea perfeccionada a través del servicio Divino.

Moshé, como Aharón, también estaba dispuesto a autosacrificarse por su querido pueblo.  Cuando Moshé desafió a D'os diciéndole que lo borre de la Torá, el Zohar comenta:

"Moshé estaba dispuesto a autosacrificarse por su rebaño.  ¿cuál es el significado del versículo: "Y ahora, si perdonarás el pecado de ellos…y si no, bórrame ahora de Tu libro, el que has escrito" (32:32)?  ¿qué significa "bórrame"?  De este mundo y del venidero (Midrash Neelam Bereshit).

De acuerdo con el Zohar, Moshé estaba preparado a sacrificar todo para salvar al pueblo, así como lo hizo Aharón.  La única diferencia fue que Aharón había pecado y por eso necesitaba un perdón personal.  Moshé no pecó; es por eso que su alma no necesitaba ser parte de esta parashá.  Seguramente, cada palabra y mandamiento tendría que haber llevado el nombre de Moshé, pero Moshé simplemente trascendía esta parashá.  Por virtud de su autosacrificio, Moshé no necesitaba kapará.  Moshé ya era angelical; él se había hecho uno con la Torá, y uno con D'os.  El rol de Cohen fue dominio de Aharón, y su gran amor por su pueblo encontró la expresión apropiada.

Sólo alguien que está dispuesto a sacrificarse por el pueblo es merecedor de liderar al pueblo judío.  Ambos, Moshé y Aharón poseían esta admirable cualidad.  Ambos estaban preparados para ser "moser néfesh" en el sentido más literal: dar su alma por el pueblo.  Como hemos visto, eso es la prueba de fuego para el liderazgo.  Sin embargo, el método de heroísmo de Aharón le dejó una necesidad de recibir perdón y de elevarse.  Aharón aún necesitaba convertirse en un ser angelical, como Moshé.  Es por eso que el nombre de Moshé está ausente de esta parashá, mientras que todas las leyes son dirigidas hacia Aharón y sus hijos.  Ellos serán responsables por todos los aspectos del servicio en el Templo por siempre.  Ellos encenderán las luces que brillarán por todas las generaciones, atestiguando la Torá de Aharón,  quien puso al pueblo antes que a él mismo, motivado por el amor a D'os y al pueblo.

 

 

 



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